Los trabajadores de Firestone obtuvieron un pago anual extraordinario de 10.400 pesos por reparto de utilidades. |
El proyecto para distribuir utilidades entre los trabajadores ya llegó el Congreso. Los empresarios piden que el debate se dé en un marco de paz social. La iniciativa del diputado oficialista Héctor Recalde de repartir parte de las utilidades de las grandes empresas entre los empleados va tomando cuerpo con el correr de los días. El jueves pasado, el abogado de la CGT presentó formalmente el proyecto en el Congreso y, a partir de ahora, comenzarán las rondas de reuniones, tanto con sus pares como con las distintas cámaras empresariales.
Luego del exabrupto del titular de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, quien señaló que con estas propuestas el país se iba a convertir en Cuba, desde esa cámara empresaria bajaron los decibeles y ahora proponen plantear el debate en el marco de un acuerdo social. El caso de la empresa de neumáticos Firestone refuta el argumento de inviabilidad que plantean desde el sector empresarial. Con respecto a lo que pueda pasar en el Congreso, los distintos bloques de centroizquierda han recibido de buena manera la iniciativa.
El proyecto de ley de Recalde consta de 33 artículos y desde el jueves pasado ya se encuentra en la Comisión de Trabajo de la Cámara baja. El texto deja explícito los plazos para su aplicación y las empresas que quedarán afectadas. De aprobarse, la ley entraría en vigor recién el año que viene, ya que las ganancias a repartir quedan definidas por año fiscal. Para el primer año, la norma afectará sólo a las empresas que cuente con más de 300 empleados y al cumplirse dos años de su aprobación, incluirá a las compañías que posean más de 100 empleados.
Otro de los aspectos novedosos de la ley es la creación del Consejo Nacional de Participación Laboral en las Ganancias. Estará integrado por cuatro miembros del Estado Nacional, cuatro de las centrales obreras y cuatro de las asociaciones empresariales. Este organismo tripartito actuaría como autoridad de aplicación y tendrá la función de determinar la ganancia mínima anual que las empresas deberán hacer participar con sus empleados. El Consejo también se encargará de administrar el Fondo Solidario creado para aquellos trabajadores que se encuentran en negro. Por expreso pedido de la CGT, la ley establece que los gremios tienen el derecho a acceder a los balances anuales de las empresas para hacer un cálculo real de las ganancias. En ese sentido, desde los sindicatos señalan que sólo el 20% de las empresas de más de 300 empleados presentan sus balances sociales, con copia al Ministerio de Trabajo.
De Cuba al pacto social.
El efecto negativo que tuvo la beligerancia verbal con la que su titular Héctor Méndez salió a atacar el proyecto, llevó a la UIA a moderar su discurso. En un comunicado emitido el martes pasado, la entidad patronal propuso que el proyecto de Recalde se discuta en el marco de un pacto social. “La UIA comparte los objetivos de mejorar la distribución del ingreso, tal cual lo ha manifestado en diferentes documentos”, indicó en el comunicado. Pero desde su particular visión dio a entender que desde su sector no hace falta este tipo de iniciativas. “Si el conjunto de los trabajadores percibieran el salario que reciben los trabajadores industriales formales, el porcentaje de participación del salario en el PBI ascendería al 70%”, afirmó la central industrial.
Otro que salió al cruce del proyecto desde el campo empresario fue el presidente de el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea), Gustavo Ripoll, quien apeló a una frase de manual al sostener que el proyecto “puede ahuyentar a los inversores”. De todas maneras, promovió que se lo debata profundamente en el Congreso.
La próxima semana Recalde iniciará una serie de reuniones con las asociaciones corporativas y con los bloques legislativos afines a la propuesta. En su carácter de presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, el diputado ya invitó al Congreso a los representantes de la UIA, la Cámara Argentina de Comercio y a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa. En el plano legislativo, se reunirá con pares de la Comisión que en principio acompañarían el proyecto: los diputados de Proyecto Sur Claudio Lozano y Victoria Donda, y la socialista Alicia Ciciliani. Con ellos tres, más los legisladores oficialistas, el proyecto conseguiría las firmas necesarias para el dictamen, antes de llegar al recinto.
Efecto distributivo.
Más allá de los argumentos empresariales, existen casos concretos de gremios que han conseguido que sus patrones compartan parte de las ganancias, a la vez que siguen siendo económicamente sustentables. La empresa Firestone es el ejemplo más cercano. Desde el 2000, se acordó que todos los trabajadores perciban un pago extraordinario no remunerativo en las utilidades de la empresa. “Establecimos que la ganancia neta, libre de impuestos, si supera el 6%, los trabajadores reciben un tercio, del monto que supere el 6%. Por ejemplo si sube el 9%, recibirían un punto”, informó a este diario Pedro Wasiejko, Secretario General del Sindicato Unico de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna). A partir del acuerdo, en el primer año de vigencia, los trabajadores de Firestone percibieron un pago de 10.500 pesos; en el segundo, de 5.500 pesos, y en el tercero, de 2.800 pesos. En los dos años siguientes las utilidades de la empresa no alcanzaron para repartir entre los trabajadores, pero Wasiejko estima que al final del corriente es factible que vuelvan a cobrar el beneficio.
Contrariamente a lo que sostienen los empresarios, el economista Daniel Kostzer, asesor del Ministerio de Trabajo y especialista en distribución del ingreso, entiende que a partir de esta iniciativa podrían mejorar las ganancias de las empresas, y afirma:“La ganancia es la productividad más pura que puede presentar una empresa. Entonces es un incentivo para los trabajadores para fijarse en los números de la empresa de manera responsable. Seguramente lo que derivará de esta ley, y sobre todo de las negociaciones colectivas, es una mayor toma de conciencia de los trabajadores, no sólo de los ingresos, sino también de los egresos de la empresa porque de eso va a depender el premio que le den”.
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