Mostrando entradas con la etiqueta *NOTAS Y APUNTES*. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta *NOTAS Y APUNTES*. Mostrar todas las entradas

domingo, 24 de febrero de 2013

*Las tragedias y el Estado*


Para sumar al debate que nos convoca estos dias, me parecio muy interesante la nota de Horacio Gonzalez en Pagina 12. La comparto aqui para debatir en serio...

Horacio González
|Domingo, 24 de febrero de 2013
OPINION
El dolor del funcionario
Por Horacio González

Entre tantos temas cruciales que atraviesa el país, me detengo en uno particularmente inquietante que, aunque parezca una cuestión más, resulta decisiva. Lo resumo: hay en todo el mundo, en el vivir común o en el corazón diario de las multitudes, la idea de una culpabilidad del Estado. Esta idea no carece de fundamentos. Siglos y siglos de teorías del Estado basadas en una razón que le sería propia, por encima de la comprensión del ciudadano común, acabaron produciendo una sospecha de que ante las catástrofes o desarreglos del mundo real, el Estado tiene una suerte de culpa eminente. Lo primero que él trataría, así, es intentar encubrirla. Y estos sigilos favorecerían, aunque no sea fácil creerlo, al hombre común, pues se vería beneficiado por los conocimientos superiores que posee el Estado. Por encima de los mortales, se dice que a los funcionarios estatales, ante cualquier incidente, lo primero que se les viene a la mente es exculparse. Harían siempre excepciones a su favor.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La Republica y los hipocritas





Democracia
Por Mariana Moyano
Editorial Sintonía Fina del 15-12-2012.

Se llenan la boca. A borbotones se les chorrean por las comisuras todas esas palabras grandilocuentes que de tanto emplearlas, las desgastan y de tanto usarlas, las destiñen. Y se les quedan así, vacías, huecas. Porque son puro “decir”, sin que nada de eso que declaman se les vuelva acción.

La que más les gusta es República, siempre y cuando la pátina sea aristocrática, elitista si se puede. Una república de iluminados y liberales, querrían. Pero no lo dicen así. No lo dicen. República, repiten. Y la presentan como una señora ultrajada, pero no por los explotadores de todos los tiempos, de todos los géneros y de todas las instituciones, sino por lo oscuro, lo subterráneo, lo que tiene poca representación en el mundo de arriba, lo popular. Y les da lo mismo que sea radical o peronista. Lo que les molesta es que lo hereje, lo siempre negado y vilipendiado, lo que viene del subsuelo cuestione, pregunte, pretenda cambios y, encima, los lleve adelante.

La República. Eso es lo que sostienen que les preocupa. Las instituciones, agregan. “En peligro”, termina la frase. Pero hablan poco de democracia. Y cuando la mencionan es para cuestionar que alguna formalidad, con la que carga la Argentina desde las épocas del primer Bartolomé Mitre ha sido trastocada, modificada o simplemente puesta en cuestión.

Dicen que la Argentina de los últimos tiempos no hace honor a sus hombres de gloria, a sus próceres, porque en la Patria actual reina el conflicto, el enfrentamiento, la división. Y así, con grageas argumentales bien esparcidas en un manto de vaguedad, pintan una postal del pasado en la cual, los hombres de Mayo, el Libertador San Martín, Belgrano, el mismísimo Sarmiento y hasta el jacobino Mariano Moreno hicieron el país tomando el té. En horario puntual, siempre limpitos y pidiéndole de muy buenos modos y con galanterías monárquicas a los diferentes y sucesivos imperios conquistadores que, por favor sean corteses y amables y nos devuelvan las tierras que consideramos nuestras. Muchas gracias, buenas tardes y como en un cuentito bien, pero bien infantil, un día amanecimos y teníamos presidente en lugar de un rey que nos comandaba océanos de por medio.

No les gusta el conflicto… No, no, momentito. No les gusta que el conflicto abandone la zona de penumbras. Que lo podamos ver todos y, por ende participar en él. No les gusta que se hable, que se sepa del combate inherente a la disputa de poder, o sea a la democracia.

No les gusta que aprendamos que ese choque no es otra cosa que el mecanismo para que algunos, que tienen todo, pierdan algo de espacio ante los que no tienen nada.

Porque, valga la comparación de hipercoyuntura, el debate por la riqueza, por la democracia no dista demasiado de la discusión sobre el espectro: se trata de algo finito, con límites. Es lo que hay. Y hay que repartirlo del modo más justo posible. Y no les gusta.

No les gusta que sepamos que esta puja es, fue y será motor de la Historia.

Entonces lo denuestan. Le achacan a otros un absurdo argumental: dicen que quien describe la existencia de un enfrentamiento es, en realidad, el que lo causa porque lo desea y ahí se mandan la zancadilla ideológica: en lugar de asumir que ellos también forman parte de la disputa, se ponen a buen resguardo a la vera de la historia y señalan al que asume la existencia de antagonismos, disputas y combates como quien propone la rivalidad y el choque como único mecanismo.
Así, quedan del lado de los exaltados, de los exacerbados y de los exacerbadores, de los desmesurados y de los crispados quienes sólo están sincerando un diagnóstico que, por otra parte, no es más que inevitable al quehacer social.

En voz baja y sin que nadie se dé cuenta. Todo, siempre, entre susurros. No vaya a ser que se oiga. Que todo se quede como está.

El libremercado, las rémoras de las dictaduras sucesivas enquistadas en el Estado bajo la figura de carta orgánica del Banco Central, los programas de estudio de las fuerzas armadas y de seguridad, el modo de considerar los testimonios de mujeres en un juicio por trata, los mecanismos de elección de jueces. Todo quietito y asumido como un fenómeno climático, y por ende, natural.

Nada de cuestionar a magistrados, que por algún designio divino ha de ser que están ahí. Que nunca se les ocurra. No meterse con los poderosos y menos nombrarlos porque la cantinela de las libertades liberales caerá con oportunidad de guillotina y toda completita sobre la nuca de quienes lo intenten.

No poner en cuestión los modos ya tolerados y establecidos de democracia formal, porque ésa es la única permitida. El dedo señalador, la mirada de sospecha y la desconfianza llevarán su caudaloso río de acusaciones, motes y fiscalizaciones hacia el rincón de la política explícita. Sindicatos, dirigentes partidarios, comités, manifestaciones organizadas, elecciones internas, comisiones internas y agrupamientos que pretendan un tantito más que una ONG serán cuando menos corruptos, cuando más fascistas.

Correr la línea de lo permitido por quienes creen que la Historia les ha asignado el derecho de conceder no es tarea sencilla. Esta obviedad no aceptada por los hipócritas e indignados comentaristas de la política, cuyo máximo esfuerzo militante es exclamar un oportuno “qué barbaridad” que libra de cargo y culpa es una verdad de hierro para quienes cargan décadas de poner cabeza y cuerpo en pos de algún, aunque más no sea, gestito emancipador.

A veces no se logra, pero el no obtenerlo tendría que ser la causa del desvelo porque con la democracia se debería comer, curarse y educarse. A 29 años de la reconquista, al menos pudor tendrían que sentir quienes se jactan, se enderezan, se acomodan la corbata o las faldas y pronuncian “DEMOCRACIA” engolosinados más con ellos que la nombran que con lo que ella misma implica.

Hablan de los modos pero molesta el modelo. Cuestionan los portazos pero les duele el aliado. Critican el grito pero temen la palabra. No es un problema de estilos, sino de avances.

Ponerse solemnes y separar la palabrita en sílabas no nos hace sus más conspicuos defensores. Ejercerla es levantar su bandera. Asumir el riesgo, los piedrazos, los sinsabores y las derrotas.
Bancarse el insulto y la penumbra, la puteada y la mayoría de las veces, la soledad. Esa que regala paciencia y templanza y que, a la larga, tiene premio. Porque contra quienes tienen razón, señores pacatos, por suerte, no hay manera.


FUENTE:

viernes, 7 de diciembre de 2012

Nieta Recuperada Nº 107 por ABUELAS DE PLAZA DE MAYO



Comparto nota que realice para el Mensuario de ABUELAS DE PLAZA DE MAYO sobre la restitucion de la nieta Nº 107, como parte del trabajo desarrollado en la Universidad Nacional de Avellaneda, en el proyecto "La UNDAV con las ABUELAS por la IDENTIDAD".

Aqui podes leer el Mensuario de Noviembre de 2012 completo





lunes, 15 de octubre de 2012

“Los medios se han transformado en el principal partido opositor”

  Filósofo argentino. Junto con Chantal Mouffe, inició la corriente de pensamiento posmarxista a partir de la publicación en 1985 de Hegemonía y estrategia socialista: Hacia una radicalización de la democracia. Fundó el Programa de Ideología y Análisis del Discurso de la Universidad de Essex. Actualmente es profesor distinguido en Humanidades y Estudios Retóricos de la Universidad de Northwestern y director del Centro de Estudios del Discurso y las Identidades Sociopolíticas (CEDIS), de la UNSAM. 

 

 Por Fernando Cibeira (para Pagina 12 - Domingo 14 de Octubre de 2012)

Visitante cada vez más frecuente al país, analiza el triunfo de Chávez y la anomia europea en clave de construcciones políticas. El peligro de la oposición salvaje y el de la blandura. El rol de los medios en Argentina


El filósofo Ernesto Laclau reside en Londres y tiene pautado viajar seis semanas por año a la Argentina, aunque reconoce que últimamente viene más seguido. Esta vez su llegada coincide con el ciclo Debates y Combates que la Secretaría de Cultura organizó en Tecnópolis, del que participaron también otros destacados politólogos, el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, y el líder de la izquierda francesa Jean-Luc Mélenchon .

Laclau recibe a Página/12 en el bar del Hotel Claridge poco antes de partir a la jornada de cierre del debate, todavía satisfecho por el resultado de la elección venezolana del domingo pasado y, como siempre, con el ojo atento a la realidad argentina.

–¿Le extrañó que el candidato opositor venezolano, Hernán Capriles, dijera que La razón populista era su libro de cabecera?
–No creo que haya dicho eso. De todos modos, si es su libro de cabecera, lo entendió poco.

–¿Lo dice por su propuesta de campaña?
–Por toda su intervención política, que apuntó a restituir el espacio político de la derecha en Venezuela. Muchas veces esos espacios políticos se construyen a través de discursos que no son formalmente de derecha pero que cumplen ese papel. En 1945, en Argentina, el discurso desde el punto de vista ideológico de la Unión Democrática, del Partido Comunista digamos, no era un discurso de derecha, pero funcionó políticamente como la plataforma electoral de la derecha. Eso pasa muchas veces. Yo había dicho que aquí grupos como Libres del Sur y Pino Solanas tenían como destino manifiesto terminar siendo aliados en un frente opositor antipopular, y eso es lo que está empezando a insinuarse.

–¿Lo sorprendió de alguna manera el triunfo de Hugo Chávez?
–No me sorprendió. Yo estuve unos días antes en la embajada argentina en Londres con la embajadora Alicia Castro y con un grupo de figuras de la izquierda británica, y todos coincidimos en que el triunfo de Chávez era ineluctable. Ha sido una victoria no sólo para Venezuela sino también para América latina, que está empezando una etapa en condiciones políticas y económicas mucho mejor que la que inició a comienzos de este siglo. Con la incorporación de Venezuela al Mercosur, la integración latinoamericana ha recibido un impulso fundamental. El Mercosur va a ser una potencia económica internacional de un peso considerable.
–¿Una derrota de Chávez hubiera revertido este proceso?
–No sé si lo hubiera puesto en peligro terminal, pero le hubiera puesto un freno.

–Si uno lee los medios de allá, da la sensación de que en Europa todavía les cuesta entender por qué los venezolanos siguen votando a Chávez. ¿Es así?
–En Europa hay una especie de cortina de humo que no sólo comparten por sectores de derecha sino también por algunos sectores de izquierda que forman parte de regímenes socialdemócratas, que tienden a coincidir en condenar la “deriva populista” de las revoluciones populares latinoamericanas. El problema es que la socialdemocracia europea se ha acoplado al tren del neoliberalismo. En casi todos de los países europeos la socialdemocracia ha jugado no un papel opositor al modelo dominante, sino un papel de complementación al modelo dominante.

–¿Cómo encuentra el clima político en Argentina, por estos días bastante centrado en la aplicación de la ley de medios?
–En Argentina la oposición política no logra construir un frente de fuerzas creíble. Eso es entendible porque ellos no pueden trascender el horizonte neoliberal que gobernó Argentina desde los mediados de los ’80 hasta el surgimiento del kirchnerismo. En esa medida, todos estos sectores están desaglutinados, sin propuestas reales. La única fuerza que consigue aglutinar una acción opositora son los medios, que se han transformado en el principal partido opositor. (Héctor) Magnetto es uno de los ejes de la acción opositora en la Argentina, incluso si él no actúa abiertamente en política. La acción opositora deriva hacia la acción social de los medios y estos sectores representan la única oposición creíble en este país.

–¿Usted también considera tan determinante el 7 de diciembre?
–Vamos a ver lo que pasa. Ahora se está jugando si va a haber una acción imparcial del Poder Judicial en términos de la demanda de Clarín o si va a haber una decisión cargada por la voluntad de crear obstáculos al Gobierno. El 7 de diciembre –o el 10, como dijo Cristina el otro día– es una fecha clave en el sentido de que el poder monopólico tiene que comenzar a desarticularse.

–En Argentina, la oposición, más que plantear un modelo alternativo al del Gobierno, plantea un discurso “institucionalista”, incluso uno de los motivos de unión opositora fue el rechazo a la re-reelección presidencial. ¿Cree que ese discurso es acertado?
–El argumento de un institucionalismo radical es típico de la derecha. Las instituciones nunca son neutrales, son la cristalización de la relación de fuerzas entre dos grupos y cualquiera que intente romper con esa relación de fuerzas iniciando un proyecto más radical va a chocar con el orden institucional vigente. Esto no significa que haya que pasar a un radical “antiinstitucionalismo”, de lo que se trata es de pasar a nuevas formas institucionales por las cuales las nuevas fuerzas intervinientes comienzan a expresarse. Eso me parece que está ocurriendo en Argentina. No hay el menor esfuerzo por parte del Gobierno por romper las normas institucionales vigentes pero sí hay, y eso lo considero positivo, un esfuerzo por crear una institucionalidad de tipo nuevo.

–¿Para esa institucionalidad de tipo nuevo sería necesaria una reforma constitucional?
–Hay quienes piensan que no, yo pienso que sí es necesaria. La última reforma constitucional de 1994 expresó la preponderancia del modelo neoliberal. Hoy, que el modelo está radicalmente cambiando, es necesario pasar a un orden constitucional nuevo. Se habla mucho de la cuestión de la reelección, pero no veo que eso sea tan sustantivo aunque estoy a favor de una reelección indefinida. No tiene que ver sólo por las circunstancias de Argentina sino con las circunstancias latinoamericanas en términos más generales.

–¿Se refiere a los liderazgos que surgieron en estos años?
–En la V República de Francia la centralidad de la figura de De Gaulle fue fundamental para crear un nuevo orden institucional, y nadie pensó en aquel momento que eso significara poner en cuestión el orden democrático. Formas institucionales nuevas son importantes para crear un orden jurídico nuevo en América latina.

–Hubo un cacerolazo en la Plaza de Mayo y hay otro en preparación. El Gobierno lo interpretó como una manifestación de sectores acomodados, ¿cómo lo ve usted?
–Es más o menos así. Son fenómenos periféricos. La última oposición con un programa hegemónico alternativo que surgió fue con la protesta en torno del campo. Hoy es, como Marx decía, que la primera vez es tragedia y la segunda comedia. Esto representa las secuelas del pasado, no creo que sea el polo de crecimiento de ninguna oposición real.

–¿No cree que alguien de la oposición puede capitalizar ese sector o ese malhumor?
–¿Pero quién es la oposición? Esto es un desperdigamiento de fuerzas sin significación alguna. Obviamente, van a hacer esfuerzos para tratar de capitalizar estos movimientos, pero la posibilidad de que tengan éxito me parece sumamente utópica.

–¿Por qué opina que el FAP y fuerzas afines van a terminar conformando un frente antipopular?
–En algún momento tuve la esperanza de que (Hermes) Bi-nner y las fuerzas que se agruparon alrededor de él pudieran generar una oposición creíble. Pero para constituir una oposición creíble es necesario compartir elementos fundamentales de un modelo. Un sistema político es aceptable en la medida en que las bases de un modelo de crecimiento sean aceptadas tanto por la fuerza hegemónica dominante como por los grupos opositores. Mi ilusión era que las fuerzas nucleadas en torno de Binner podían representar esa alternativa opositora dentro del mismo modelo nacional y popular que se estaba implantando en el país. Siempre va a haber personajes como Elisa Carrió, que van a empezar a vociferar en los márgenes del sistema, pero eso no cuenta. Lo que cuenta es si las fuerzas responsables que están en el interior del sistema pueden crear una convivencia institucional entre grupos diferentes. Pero si esas fuerzas, y éste es un mensaje para Binner y quienes lo apoyan, no son capaces de integrarse a un modelo que una fuerza socialista no puede poner en cuestión y empiezan a aliarse en una especie de coalición semigolpista, en ese caso la democracia argentina va a avanzar en direcciones que no son las preferibles.

–¿Cómo ve la situación del movimiento obrero, que quedó dividido en varias centrales?
–Representa la mejor expresión de que el movimiento obrero ya no tiene la totalidad estructural que tuvo en el primer peronismo. Es decir, el movimiento obrero sigue los clivajes que se van produciendo en el país. No me gusta la perspectiva de una división del movimiento obrero, pero creo que en esta circunstancia era inevitable. El afianzamiento del movimiento nacional y popular va a depender de que una fracción mayoritaria del movimiento obrero, como creo que está ocurriendo, se alíe a otras fuerzas que impulsen el modelo del gobierno.

–El Gobierno se ha hecho fuerte en la confrontación con diversos poderes pero, sobre todo a partir del cacerolazo, hay quienes piensan que tal vez la sociedad ya se cansó de esa confrontación. ¿Qué piensa usted?
–Sin una cierta confrontación, ningún sistema político democrático es viable. Uno de los problemas mayores que muestra la democracia europea es que hay por un lado un consenso entre la socialdemocracia y el liberalismo que representa un statu quo invulnerable. Entonces la gente empieza a sentirse no representada por el sistema de alternativa que el gobierno expresa. Cuando eso ocurre, el sistema político funciona mal porque si en el momento de las elecciones la gente no se ve confrontada con alternativas reales, hay indiferencia. Las expresiones de protesta, entonces, vienen de afuera del sistema. Lo que se puede llegar a lograr en América latina es un sistema político democrático mejor integrado en el cual haya confrontaciones reales. Que la gente que vote, por ejemplo en Argentina, por el kirchnerismo o vote por la coalición opositora tenga claramente el sentido de aquello por lo cual está votando. Si esa confrontación se crea y hay parámetros democráticos para el desarrollo de la confrontación, estamos consolidando la democracia en América latina. Si hay una confrontación tan radical que cada una de las fuerzas pone en cuestión la legitimidad del sistema institucional, vamos al desastre. Por otro lado, si se diluyera el momento de confrontación y, como en Europa, la gente se encontrara sin alternativas opositoras, habría también una disminución en la calidad democrática. Lenin decía que la política es siempre caminar entre precipicios. Entre el “ultrainstitucionalismo” y la confrontación absolutamente destructiva, hay que encontrar un camino intermedio. Confío en que en los próximos años vamos a construir el escenario en que esa confrontación, dentro de un marco democrático, sea posible.

FUENTE:  http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-205556-2012-10-14.html

 

 

miércoles, 28 de marzo de 2012

*La criminología mediática en la prensa hegemónica*





De Etchecopar a Zaffaroni: la criminología mediática en la prensa hegemónica

Ahí están otra vez. Esconden la nave en algún rincón oscuro del conurbano y salen de nuevo, armados, dispuestos a todo. A matar o morir.” ¿Quién es el pregonero del terror? La maquinaria de la criminología mediática  aceita sus engranajes y comienza a rodar; no estamos seguros, dicen, ante un “ellos” cuyos márgenes son cada vez más difusos.

El caso Etchecopar: Los estereotipos a la licuadora. 
El asalto al conductor radial y televisivo Angel “Baby” Etchecopar predominó en la escena mediática de la semana pasada. Su peculiaridad no radica únicamente en que la víctima es un destacado portavoz de las políticas de mano dura en materia de delitos; el aspecto más relevante lo constituye el hecho de haber encarnado como pocos esa síntesis de estereotipos  cuyo objetivo último es instalar una sociedad de control frente a una población inerme.

Así, el tratamiento de la noticia que los diarios Clarín y La Nación efectuaron en relación al tema, se centra en caracterizar a los asaltantes como aquellos potenciales asesinos, delincuentes reincidentes, menores y marginales que habitan en aquellas “escuelas del delito” que son las villas de emergencia. Son “ellos”, un otro diferente y peligroso, que no teme a matar nia perder la vida.

La pieza periodística “Los marcianos atacan de nuevo” (Clarín, domingo 18-03-12) es un claro ejemplo de la construcción estereotipada del “ellos”. La idea de un extraterrestre, “ajeno al cuerpo social”, diferente a nosotros y temible, no lo constituye solamente  el que comete el delito, sino que proviene, a decir del teórico del derecho Dr. EugenioRaúl Zaffaroni, “del mundo más amplio de estereotipados que no cometieron ningún delito y que nunca lo han de cometer”. ¿Quiénes pueden formar parte de este universo de diferentes? Desde identidades étnicas, de clase, grupos etarios (los “adolescentes”, los “menores” en general) socioculturales (los “pibes chorros”) potenciales integrantes de una marginalidad vaga que en cualquier momento puede atentar contra el orden establecido.

Para el diario Clarín, los jóvenes que viven en el barrio de los asaltantes de la casa del conductor  forman parte de una “bomba social” que no se desactiva: son “los jóvenes de la banquina, sin nada que hacer”, cuyo único destino es  “un horizonte de revólver y muerte”. Son el “ellos”,  “los pibes que todavía no salieron a robar, pero que pueden empezar esta tarde, mañana o la semana que viene”, porque la criminología mediática opera de ese modo: universalizando al “delincuente”, imponiendo su particular visión del universo social plagado de prejuicios. 

Otro de los estereotipos más frecuentes es el de la “reincidencia”: se trata de destacar que el asaltante volvió a cometer un delito gracias a la impunidad promovida por aquellos jueces que le otorgan, pese a sus antecedentes, la libertad. Así, en su edición del 14/03/12, La Nación titula: “En libertad condicional, salía a robar”, mientras explica que “Hasta anoche, ningún integrante del Tribunal Oral de San Martín que le otorgó ese beneficio al sospechoso explicó por qué excarceló al imputado, a pesar de los antecedentes que tenía”. 

Por otro lado, la criminología mediática apela a la empatía sólo en el caso de la víctima: utiliza casi únicamente como fuentes a sus familiares y amigos,  construye un perfil de “buen ciudadano”, y recurre a citas de autoridad y oficiales para legitimar la autodefensa a cualquier costo: en una nota del 17/03/12 titulada “El intendente de San Isidro defendió la reacción de Baby Etchecopar”, La Nación justificaba el homicidio cometido contra uno de los asaltantes: “Gustavo Posse dijo que el periodista ‘no tuvo opción’ ante la agresión que sufrió su familia en el asalto en su casa”. Clarín cita al Fiscal interviniente en el caso, Dr. Andrés Zárate: “para el fiscal, la acción de ‘Baby’ Etchecopar fue un caso de legítima defensa”.


La realidad presentada como tragedia
Eugenio Raúl Zaffaroni plantea que, en ocasiones, la criminología mediática da con la víctima ideal, capaz de provocar identificación en un amplio sector social, y en tal caso la convierte en vocera de su política criminológica, consagrándola como víctima héroe. La aplicación de este recurso por parte de Clarín y La Nación puede ejemplificarse con exactitud en el tratamiento que dichos medios realizaron sobre la muerte de un peluquero de la conurbanísima Lanús en ocasión de robo.

En la pieza “Lo mataron de un balazo en el corazón para robarle el auto”, publicada el 15/03/12, La Nación apela al testimonio de la madre del peluquero asesinado: “Lo mataron como a un perro de un balazo en el corazón” dijo, conmovida, la madre de la víctima, María Esther. La otra fuente, la esposa, es otra víctima a la que la criminología mediática fagocita en el peor momento de vulnerabilidad, “interrumpiendo brutalmente el camino de elaboración del duelo, o sea de restablecimiento de su equilibrio emocional” (E.R Zaffaroni). Así, a decir de La Nación, “Consternada, muchísimo más dura fue Romina, la mujer de Ayala que dijo:Me quedo sola con mis hijos por estos delincuentes de mierda que lo asesinaron por un auto de porquería. Estoy podrida de estos pendejos de mierda que tienen 14 años y los largan de vuelta porque son menores de edad. Los tienen que matar a todos”.

Las duras declaraciones de Romina no fueron puestas al azar, ya que en ellas están implícitos temas que son debatidos frecuentemente al interior de la sociedad, como lo son la baja de la edad de la imputabilidad o la pena de muerte, temas controvertidos a los que se pretende dar legitimidad mediante el testimonio directo de una víctima. La empatía generada hacia ella permite que sea políticamente correcto, o al menos comprensible, plantear la pena de muerte.“Por supuesto que estos shows seleccionan algunas víctimas y ocultan otras, procurando sugerir discursos vindicativos y represivos a las seleccionadas” (E.R Zaffaroni).

Al día siguiente, La Nación vuelve a reproducir el estereotipo de menor delincuenteen la pieza: “Cuatro detenidos por el crimen de Axel Ayala”, cuya bajada enfatiza “Cuatro personas, dos de ellas menores de edad fueron detenidas”.

Clarín lleva la emotividad y la empatía al extremo al reproducir el testimonio del hijo de siete años de la víctima: “no puedo llorar, mi papá me dijo siempre que tenía que ser un hombre fuerte”. La pieza en que esta declaración aparece, tiene el gráfico título Sueños rotos, y en ella se describe la vida de un laborioso trabajador del conurbano, que a base de esfuerzos había conseguido comprar el auto, al que unos delincuentes impidieron alcanzar su nueva meta de la casa propia (Clarín 15-03-12).

Por su parte la Nación, ese mismo día narraba: “Otra víctima de la inseguridad, otro golpe del delito. La violencia parece no detenerse en el conurbano bonaerense. Ayer fue el turno de un joven de 31 años,-padre de un nene de 7 años- en Lanús, al que para robarle el auto mataron de un tiro en el corazón”. Lo que aquí se destaca era su condición de padre de un niño de siete años, para aumentar la sensación de odio e impotencia, dato que nunca aparece cuando se elimina a un “ellos”: a nadie parece interesarle el niño que se queda sin padre cuando el asaltante es asesinado.


Nadie escapa a la inseguridad
Si bien la construcción de la victima predilecta por la criminología mediática corresponde al estereotipo del trabajador de clase media, padre de familia, buen contribuyente, respetuoso de las leyes que debe soportar el acecho constante de un “ellos” peligroso, otras tácticas más sutiles, pero no por ello menos efectivas, refuerzan esa sensación de constante amenaza. Así, los medios hegemónicos instalan en el imaginario social la idea de que hasta aún aquellos que son los responsables de garantizar la seguridad de los ciudadanos, tanto como quienes se constituyen en referentes de la defensa de los derechos humanos y de las garantías constitucionales, sufren las consecuencias de la “escalada del delito”.

En su edición del 17/03/12, el diario La Nación publicó una pieza periodística acerca del secuestro extorsivo de la familia de Juan Zabaleta, “secretario administrativo del Senado y mano derecha de Amado Boudou”. El  título “Un secuestro de tres horas que inquietó en el poder”  lleva implícita la idea de que el hecho delictivo no escapa al poder político, reforzando la representación de un estado impotente, incapaz de resolver las problemáticas que la criminología mediática identifica como prioritarias en la sociedad.

Algo similar ocurre en la edición del  14/03/12 del diario Clarín, con la pieza titulada “Brutal asalto a una Madre de Plaza de Mayo en su casa de La Plata”, donde esta vez son aquellos que velan por las garantías constitucionales, incluso las de los “delincuentes”, las víctimas de un “ellos” que hasta parece “ensañarse” hasta con sus supuestos defensores: “Se ensañaron conmigo cuando les dije que era Madre de Plaza de Mayo”, declaraba a Clarín Nora Centeno tras el episodio.

Estos mecanismos a los que recurren los medios hegemónicos tienen como objetivo instalar en el sentido común popular la percepción de un estado ausente, indiferente al reclamo ciudadano de mayor seguridad en las calles, corrupto institucionalmente e impotente que ejerce un abandono del espacio público al no dotarlo de los recursos tecnológicos y humanos necesarios para hacer efectiva una sociedad de control. Así, para Clarín el estado perdió el poder de disuasión (“Inermes ante el matar por matar”, Clarín, 13-03-12) mientras la justicia brilla por su ineficiencia; así a decir del Dr. Zaffaroni “La consigna de la criminología mediática, según la cual a mayor represión corresponde menor libertad y mayor seguridad, impulsa una política que procura un control que neutralice políticamente a la población excluída o marginada acosta del sacrificio de muchas vidas humanas”.


Zaffaroni vs. Grondona
Pero si alguien cumple un rol estratégico en la construcción de los estereotipos de que hace uso la criminología mediática, es el intelectual orgánico a las clases hegemónicas.Si hay alguien en el universo mediático que encarne a la perfección a este tipo de intelectual es Mariano Grondona, quien constituye una referencia ineludible en la difusión de la parcialidad de los medios hegemónicos.

En su columna de opinión del domingo 18-03-12 en La Nación, titulada “Los jueces los liberan y ellos vuelven a matar”Grondona ofrece una interpretación teórica y política de las causas principales de la proliferación del delito en Argentina, a saber: la propagación de una teoría del derecho que incita a la impunidad: la teoría abolicionista de la pena. No se trata ya del clásico debate entre “garantistas” y quienes exigen “mano dura”, interpretaciones ambas de la teoría liberal. De hecho, Grondona reconoce en nuestra constitución nacional una interpretación garantista del derecho; la amenaza reside ahora en una teoría que se aleja peligrosamente del encuadre liberal de que toda sociedad occidental y moderna dispone. Así el abolicionismo, doctrina que interpreta al victimario del delito como víctima oprimida del sistema, cuyos derechos básicos fueron lesionados por las desigualdades sociales imperantes, se acerca peligrosamente al “anarquismo”.

Esta asociación del abolicionismo con el anarquismo no es antojadiza: su objetivo último es asociarla al “caos” social, al desorden; a la constitución de una democracia restringida, donde los delincuentes son liberados y vuelven a atacar al cuerpo social. Y el mayor difusor de esta teoría es, a decir de Grondona, el mismísimo integrante de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Eugenio Zaffaroni, quien ha sido responsable de formar ideológicamente a un gran número de jueces que, educados en esta doctrina, la  ejecutan a la hora de dejar en libertad a los delincuentes, erosionando los pilares básicos del ordenamiento jurídico.

El grito de guerra de la criminología mediática se hace oír en la voz de sus intelectuales del orden conservador: eliminando a la escoria social, las garantías penales son potestad de un “nosotros” restrictivo, que debe ser vigilado para ser salvaguardado; así el espíritu de su proclama puede resumirse en la siguiente frase publicada en La Nación: “Es imperioso, pues, que la policía gane en número y calidad de recursos humanos y técnicos para combatir exitosamente  el delito y recupere así la confianza de la ciudadanía, que hoy se encuentra inerme”(A merced de la delincuencia, 18-03-12).

Más poder a la policía, más efectivos patrullando las calles, mejores dispositivos de control tecnológico y rigor en la aplicación de las penas son los reclamos de la prensa hegemónica que confirman la consigna de la criminología mediática, que a decir de Zaffaroni “a mayor represión corresponde menor libertad y mayor seguridad”.



FUENTE:
http://www.redobservatorios.org.ar


Sino escuchaste este tema de Agarrate Catalina, no te lo pierdas. Prestale atencion a la letra...Se llama "VIOLENCIA"...



Vengo de la cabeza, soy de una banda descontrolada.
Hoy no me cabe nada, vas a correr porque sos cagón.
Son todos unos putos, unos amargos, unos buchones.
Llaman a los botones; vinieron todos, se quedan dos.

Hoy vas a correr, porque sos cagón. Con el culo roto, porque mando yo.
Voy a salir de caño; ya estoy re duro, estoy re pasado.
Como ya estoy jugado me chupa un huevo matarte o no.
Mi vida es un infierno; mi padre es chorro, mi madre es puta.
Vos me mandás la yuta y yo te mando para el cajón.
Yo soy el error de la sociedad. Soy el plan perfecto, que ha salido mal.

Vengo del basurero que este sistema dejó al costado.
Las leyes del mercado me convirtieron en funcional.

Soy un montón de mierda brotando de las alcantarillas.
Soy una pesadilla de la que no vas a despertar.
Vos me despreciás, vos me buchoneás; pero fisurado, me necesitás.

Soy parte de un negocio que nadie puso y que todos usan.
En la ruleta rusa yo soy la bala que te tocó.
Cargo con un linaje acumulativo de mishiadura.
Y un alma que supura veneno de otra generación.
Yo no sé quién soy, yo no sé quién sos. El tren del rebaño, se descarriló.

Ya escucho las sirenas la policía me está encerrando,
uno me está tirando me dio en la gamba, le di a un botón.

Pasa mi vida entera como un tornado escupiendo sangre,
manga de hijos de puta me dieron justo en el corazón.

lunes, 30 de enero de 2012

* El nuevo sujeto histórico*






No es nuevo, muchos hombres, mujeres, jóvenes y niños, por el solo hecho de vivir en una villa o en un asentamiento, son discriminados y excluidos por algunos sectores de nuestra sociedad. No es nuevo tampoco que muchos de ellos, para conseguir empleo, por ejemplo en la Ciudad de Buenos Aires, no mencionan su lugar de residencia por temor al rechazo 

A pocas cuadras de la Avenida General Paz se estableció hace muchos años un barrio, Ejército de los Andes. Es uno de los tantos asentamientos que nacieron en nuestro país, como secuela de las migraciones internas o por la falta de oportunidades de las décadas perdidas, donde cientos de familias tuvieron que abandonar sus provincias. El barrio hoy tiene mejoras edilicias y de infraestructura, pero el imaginario colectivo, abonado distorsionadamente y ligeramente por algunos sectores, terminó etiquetándolo como “Fuerte Apache”. Así a un importante jugador argentino se lo llama “El Apache”, por haber nacido y sido criado en esa villa. Sin embargo, si en horas tempranas te detenés en los ingresos al barrio, podrás observar cómo cientos de mujeres y hombres se dirigen a sus trabajos, y regresan a la tarde, cumplida su jornada laboral. 

La historia no es un cine continuado en el que la película empieza cuando el que comunica llega, no es un corto simplificado. Muchos de los que estigmatizan y excluyen a familias, barrios y villas tienen sus raíces en los excluidos de ayer. Es bueno recordar que la gran mayoría de nuestros abuelos huyeron de la hambruna y de la guerra, para ocupar tierras rurales y urbanas, en las que sólo había dos clases sociales: los ricos y los pobres, la mayoría inmigrantes. Los hijos de esos inmigrantes recién en el gobierno de Perón dejaron de ser marginados, se les abrieron las puertas de las escuelas, de las fábricas y también de la universidad.

En el Centenario de Mayo, la otra mitad de la historia que no nos contaron excluía a los que migraron de la Europa, a pesar de que la Constitución liberal de 1853 había propugnado el fomento de la inmigración europea. Venían de Europa los afiladores, colchoneros, herreros, lecheros, barberos, los tejedores manuales, el carbonero, los zapateros remendones, los carteros, los sastres, las costureras, los obreros de la construcción y tantos otros. ¡Cuántos de los que hoy estigmatizan a quienes viven en villas descienden de esos trabajadores! Sus antepasados vivieron en viviendas precarias, conventillos multirraciales. Nuestra identidad es multígena y amalgama identidad europea, la de nuestros pueblos originarios y la de los nuevos migrantes que provienen mayoritariamente de la patria grande latinoamericana.


El excluido de hoy es el nuevo sujeto histórico producto de recetas enlatadas del modelo neoliberal. Así, aparecen en los ’90 conductas de automarginación, de miedo, del no poder. Y ello hizo que muchas veces sean cautivos en su trabajo por inescrupulosos o por sus pares en organizaciones clientelares.

Es ahí donde desde la acción política tratamos de hundir el bisturí. Estamos construyendo nuestro país con una mirada colectiva de acenso social para los 40 millones de argentinos, con profundo respeto por los Derechos Humanos y sociales, con respeto por la diversidad.

En una oportunidad, en 2003, le pedí a un ex intendente que interviniera en un asentamiento muy precario en el aspecto sanitario. Allí vivían múltiples familias, le ofrecí como Nación nuestro apoyo. Su respuesta me dejó anonadada, me dijo: “para nuestra legislación ese lugar no existe, es un espacio verde no podemos hacer nada”. Atrapado en su burocracia normativa excluía a cientos de familias sin ejercer su responsabilidad y solidaridad. 


En este orden de ideas y volviendo al ejemplo del barrio Ejército de los Andes me permito transcribir el relato de un cooperativista del lugar que se está preparando en una diplomatura en cooperativas. Su mayor orgullo fue entrar a estudiar en la universidad junto con otros 800 cooperativistas. Y así expresó: “La diplomatura nos volvió a abrir la cabeza, nos descubrimos y nos unimos, estamos fortaleciendo el saber, el corazón y las manos con la que levantamos las banderas de la justicia social. Venimos de los barrios humildes y carenciados, del barro, de sufrir el olvido, de laburar bajo el sol y la luna, del digno dolor de brazos y espalda que te da levantar ladrillo a ladrillo el hogar. (…) El pico, el rastrillo, la pala, la carretilla… La cooperativa nos trajo dignidad, trabajo, esfuerzo, formar parte, valor y valoración del ser… reacomodar la esperanza, la que nunca se pierde, aunque hay veces que no sabés ubicarla, llega el respeto interno, descubrimos y redescubrimos… La diplomatura nos trajo el desafío, el comprometerse, el recordar, volver a fluir, atreverse, aprender, saber, grupo, estar, política, Derechos Humanos, justicia social, pueblo, militancia, estudiar, libros y cuadernos… él (Néstor Kirchner) lo sabía bien y quiso que lo supiésemos.”

Sin duda la educación es un puente para romper con los miedos que, junto con el trabajo, liberan a las personas. La organización del trabajo en cooperativas, en capacitación con obras, es un camino que como oportunidad ayuda a vencer el no se puede. Hoy en la Argentina hay cientos de cooperativas que se formaron a partir de empresas recuperadas porque los inversores extranjeros especuladores hace tiempo se marcharon.

Rechazamos el juego perverso de los poderes, sean de cualquier sector, que especulan para obtener mayores ganancias personales, o para las burocracias que alimentan; también el de aquellos que consienten que ello suceda por su misma indiferencia y nos preocupan también los que tienen el “alma dormida. La estigmatización influye en la conformación de las identidades, las deterioran, limitan la convivencia humana. Cuando decimos “construir ciudadanía” hablamos de integrar a cada persona con oportunidades de acceso.

Debemos hacernos cargo, cada uno desde su sector, su jurisdicción, con un Estado presente y un pueblo participando para defender la dignidad de cada ciudadano y para que cada día tengamos una sociedad más inclusiva. Y en esto es importante que los gobiernos locales incluyan proponiendo oportunidades de acceso, no aislando ni marginando ni “vetando” acciones de inclusión.

Por ello, nuestro gobierno avanza en la distribución de la riqueza con inclusión social, pero también es vital hacer crecer en nuestra sociedad la solidaridad activa, no la mediática, sino la que se ejerce desde el ser.


FUENTE:
http://tiempo.infonews.com/notas/nuevo-sujeto-historico

sábado, 22 de enero de 2011

*El GARANTISMO como mala palabra*






En los ultimos dias asistimos otra vez a la instalacion desde los medios de comunicacion hegemonicos y de algunos politicos opositores, del "GARANTISMO" como mala palabra. Repiten una y otra vez, la demonizacion de los jueces  "garantistas", para que quede grabado en el inconciente colectivo y que luego funcionemos como "propagadores" de su discurso, sin tener demasiado en claro lo que significa y a que apuntan con su predica.

¿Vos sabes de que se trata? Vayamos tomando nota de algunos conceptos y analisis para entender un poco mas:

"La palabra garantismo es utilizada mediaticamente como insulto. La banalizacion del discurso mediatico transforma una virtud en un defecto, porque un juez deberia ser garantista, o sea deberia otorgar garantias a las personas de ser tratadas con justicia."

(*NORA ANCHART, periodista*)


"El doble mensaje, la esquizofrenia. Para ser juez se exige “respeto por las instituciones democráticas y los derechos humanos” (art. 175 Const. Pcial.), se rinden exámenes en los que hay que respetar las garantías procesales y se jura por la Constitución. ¿Qué es un juez “garantista”?, uno que respeta las garantías previstas en la Constitución y en los tratados internacionales de igual jerarquía, y eso no le impide condenar si hay pruebas; por eso todos los jueces deben ser “garantistas”; de lo contrario no cumplirían su deber, violarían su solemne juramento y cometerían el delito de prevaricato. No serían los jueces independientes e imparciales que la Constitución exige sino otra cosa diferente."

(*JOSE LUIS ARES, Juez en lo Criminal y Correccional de Bahia Blanca, Pcia de Bs As*)



"No hay otra opción que ser un juez garantista, porque ello significa ser respetuoso de las garantías constitucionales y legales de los derechos individuales. Un magistrado no puede salirse de ese marco y todo lo contrario es inconstitucional"
 
(*JORGE ECHAYDE, Ayudante fiscal en la Fiscalía I de Instrucción*
 
 
"La sociedad no es una entidad metafísica sino que está integrada por individuos. Las víctimas de hoy pueden ser los procesados de mañana y viceversa. Las garantías no fueron ideadas por cándidos y bienintencionados académicos sin otras cosas mejor que hacer. Su desarrollo costó sangre y lágrimas. Surgieron como reacciones a favor de la dignidad del hombre avasallado por el poder arbitrario del Estado. Se fueron  elaborando junto al concepto de persona humana (inviolabilidad, autonomía y dignidad); establece límites que el Estado no puede cruzar.Tiende a equilibrar la relación de fuerzas: individuo sometido a proceso / aparato estatal con su poderío..."
 
"Las garantías no son para los delincuentes, son para los sospechosos y procesados, perseguidos por la probabilidad de haber cometido un delito. Las garantías que negamos a los otros pueden ser negadas algún día a nosotros mismos o a nuestros hijos… IMPERATIVO CATEGÓRICO: Que se trate a los otros como quisiera que me traten a mí en la misma situación. Decía Abraham Lincoln: “cuando oigo a alguien hablar a favor de la esclavitud, siento un vivísimo deseo de probarla en él personalmente”.
 
"NO SE TRATA DE TEORÍAS, IDEOLOGÍAS O ACADEMICISMOS (y menos aun de una “moda garantista” como a veces se dice) sino de LEY SUPREMA DE LA NACIÓN, y como tal obligatoria para todos, entre ellos y en especial los jueces que deben controlar la constitucionalidad de las normas..."
 
(*EUGENIO ZAFFARONI, Juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nacion*)
 
 
"Con la crisis del Estado de bienestar y ante las dificultades de atender problemas sociales, afloró en los Estados Unidos, a principios de la década de 1980, una tendencia destinada a erradicar el delito negando el ideal resocializador de la pena. A partir de allí, se decretó la caída de la época del tratamiento de quien delinque y su reemplazo por la “mano dura”, algo que no era nuevo en la ciencia penal sino una reactualización del viejo paradigma inquisitorial.

Esa tendencia se propagó internacionalmente y en la Argentina adquirió particular notoriedad a partir de la “larga década del `90”, sostenida con el apoyo de medios masivos de comunicación que la pusieron a tono con la prédica del neoliberalismo.

Bajo esta interpretación, el garantismo no es sino un eufemismo utilizado para descalificar frecuentemente la pretensión de situar la Justicia dentro de un estado de derecho. En consecuencia, si en la Ilustración el garantismo nació para oponerse al Estado ilimitado, en los últimos años se enfrenta a un “estado de excepción”, un espacio vacío de derecho, zona de anomia en la cual todas las determinaciones jurídicas y sobre todo, la distinción misma entre público y privado, son desactivadas (Agamben) a partir de la subordinación “absoluta” de lo político a lo económico.

De esta manera, el reclamo por un no-garantismo que asegure que el contenido de la sentencia será acorde a la demanda de los que tienen voz en los mass media, es también, en gran medida, paralelo al cuestionamiento al Estado de derecho en sí. En otro momento histórico, esos mismos reclamos y esos mismos cuestionamientos convergieron en Argentina para colocar la Justicia bajo el signo del terrorismo de Estado"

(*MARISA MIRANDA y GUSTAVO VALLEJOS, "Diccionario del Pensamiento Alternativo, Investigacion CONICET*)



Segun la vision ideologica de Mauricio Macri, "El garantismo nos ha hecho mucho daño".

Yo quisiera RECORDARLE , que el mayor daño al Pueblo Argentino, fue asestado en la epoca en que fueron suprimidas las garantias constitucionales individuales, durante la ultima Dictadura Militar, donde nos quitaron todos los derechos, y sin posibilidad de defensa ni justicia, se nos encarcelaba, torturaba, y asesinaba, abusando del poder omnimodo de un Estado autoritario y omnipotente.



sábado, 30 de octubre de 2010

*El Liderazgo esta resuelto: Es CRISTINA*




29 de Octubre de 2010

Murió Kirchner, nació el kirchnerismo


La sensación es que, muerto Kirchner, el kirchnerismo tiene una salida: nacer de una vez por todas. Construir organicidad. Abandonar los jirones para transformarse en bandera de los millones de personas que creen que hoy estamos mejor que hace diez años.

No sé, tengo la impresión de que murió Néstor Kirchner y nació el kirchnerismo. Voy a escribir en voz alta o, mejor dicho, pensar con las teclas, así que no busquen en estas líneas un tratado político, sino apenas un catálogo de ideas desordenadas escritas al calor de estas jornadas. Para lo otro, mejor léanlo a Brienza, o a J. P. Feinmann (ayer escribió algo maravilloso en la contratapa de Página/12: a propósito, ¿cuándo se vendrá para Tiempo Argentino?)

Bueno, les decía. Mi tesis es que Kirchner murió y nació el kirchnerismo. Resulta difícil describir qué es, precisamente, eso del kirchnerismo. ¿Es Moyano? ¿Es Hebe? ¿Son los intelectuales de Carta Abierta? ¿Son Pablo Echarri y Florencia Peña? ¿Es la CTA de Yasky y Milagro Sala? ¿Es Sabbatella? ¿Son los invitados de 6,7,8? ¿Es Heller? ¿Son los intendentes del Conurbano? ¿Es Larroque y La Cámpora? ¿Son D’Elía y el Chino Navarro? ¿Es Moreno? ¿Es Taiana, que renunció hace poquito para volver recargado? ¿Son los setentistas, muchos de ellos víctimas de la represión, la cárcel y el exilio, que ahora caminan por la Rosada sin miedo? ¿Son las multitudes de las barriadas que ayer reventaron la Plaza de Mayo? ¿Los pibes que reciben la Asignación Universal por Hijo? ¿Es Carlotto? ¿Son los viejos desocupados que consiguieron trabajo? ¿Son los millones de hinchas que ahora pueden ver fútbol gratis? ¿Los jubilados que ingresaron en el sistema? ¿Los que trabajan en cooperativas de los municipios? ¿Los gays, lesbianas y trans que ahora se pueden casar con libreta? ¿Es la militancia juvenil sub-20, que asoma entusiasta en el MPR, en el Movimiento Evita y en la Juventud Sindical de Facundo Moyano?

Es, sin duda, todo eso. Pero todo eso es, en sí mismo, un universo plural desarticulado, donde algunos se definen abiertamente como kirchneristas y otros jamás lo harían. Y, sin embargo, toda esa gente reconoce −en mayor o menor medida, con mayor o menor generosidad− que Néstor primero y Cristina después les permitieron soñar con un país que los tenga en cuenta.

Todos y cada uno de ellos levantan alguna bandera que se toca con la agenda del gobierno. Moyano dice que es oficialista del modelo nacional y popular, Sabbatella es oficialista del proceso de cambio e inclusión iniciado en 2001, los actores son oficialistas de la nueva Ley de Medios, las Madres y Abuelas son oficialistas de la política de Derechos Humanos, el peronismo de izquierda es oficialista de la lucha antimonopólica y anti-Clarín, y así podríamos seguir con cada uno de ellos para descubrir con asombro que casi todos dicen cosas parecidas, pero lo único que los aglutina es la independencia que unos demuestran frente a los otros, aunque se muestren juntos en marchas y movilizaciones puntuales.

Acá es donde hace agua el análisis de Beatriz Sarlo, cuando advierte sobre un gran entramado cultural y político que realiza tareas coordinadas desde algún sótano misterioso de la Rosada. La verdad que eso no existe. Si no, el kirchnerismo existiría como opción política, por fuera de Néstor y Cristina. Y no, no existe. O, para que no me malinterpreten: institucionalmente es apenas un grandioso y epocal envase. Cada sector simpatizante lo nutre con lo que más le gusta de un proceso que es tan rico como tumultuoso e invertebrado.

Pero con la muerte de Néstor Kirchner se abre un panorama de incertidumbre. Esta es la verdad. Me pregunto: ¿la adhesión circunstancial, no institucionalizada, puede hacer peligrar el rumbo de eso que se llama “modelo”? Digámoslo sin vueltas: la derecha conservadora, con Clarín y Techint (AEA), la Rural, Cobos y Duhalde a la cabeza, sabe cómo juntarse. Tiene infinitos canales de comunicación e intereses comunes, que la muestran como bloque cuando la ocasión se presenta.

Y ellos saben qué país chiquito quieren. No les da asquito sentarse a la misma mesa para lograr su utopía. ¿Pasa lo mismo con el kirchnerismo? ¿No les da la sensación de que, a veces, hay kirchneristas de primera y otros de segunda, que están más atentos a diferenciarse que a parecerse?

Decía que la muerte del ex presidente genera incertidumbre. La enorme liquidez identitaria del kirchnerismo (leyendo a Bauman) sirvió para llegar hasta acá. Inclusión social, Derechos Humanos, autoridad estatal, federalismo, autonomía nacional, fomento a la producción son progresos inimaginables hace una década. Esta indefinición permitió que millones de personas se sintieran parte del todo, sin asumir los riesgos del conjunto.

Creo que la muerte de Néstor interpela al kirchnerismo inorgánico. (No sé si dejó algo escrito. Algunos dicen que sí. Sería interesante leerlo.) Pregunta desde el más allá: qué vamos a hacer con el más acá, ahora mismo. Es fácil gritar “fuerza Cristina”, ¿no? Más difícil resulta, por ejemplo, aceitar los lazos y la mutua comprensión entre Moyano y Yasky. O entre Sabbatella y los intendentes K del Conurbano. O entre Moreno y Carta Abierta. ¿Fueron estas diferencias el alimento de una gaseosa ideología que podría llamarse kirchnerismo ad hoc, útil para sostener en el gobierno a dos personas en todo este tiempo? ¿Es la debilidad congénita de esta experiencia política, ahora que la reacción (basta leer el pliego de condiciones de Rosendo Fraga en La Nación) se frota las manos para ir por todo?

Como ven, tengo más preguntas que respuestas. La sensación es que, muerto Néstor, el kirchnerismo tiene una salida: nacer de una vez por todas. Construir organicidad. Abandonar los jirones para transformarse en bandera de los millones de personas que creen que hoy estamos mejor que hace diez años. Estructurar un programa que reúna las aspiraciones de todos los que ayer en la Plaza de Mayo, tocados en el alma, se miraban a la cara y se reconocían. Dejar de lado los prejuicios, revisar las propias certezas, abandonar el espíritu de secta, admitir que el otro puede tener la parte de la razón que me falta: son los imperativos de esta hora.

Ni Moyano es Primo de Rivera.

Ni Sabbatella es el progresismo afrancesado.

Lo más complejo, siempre, es consensuar un liderazgo. Pero eso ya está resuelto.

Es Cristina.


* Por Roberto Caballero*

Director Diario Tiempo Argentinohttp://tiempo.elargentino.com/notas/murio-kirchner-nacio-kirchnerismo

*Qué tristeza, Cobos es vicepresidente*


29 de Octubre de 2010
Está esa mujer, la Presidenta, que seguirá institucionalmente sola porque, se sabe, tuvo un compañero de fórmula, allá por 2007, que eligió entrar en la Historia en el capítulo que se le dedica en minúsculas a los que carecen de convicción.

La mano de Cristina se desliza con suavidad sobre un ataúd lustrado, cubierto de banderas celestes y blancas, de alguna que otra flor, de pañuelos blancos de memoria; un ataúd absurdo que contiene los restos de quien fue el hombre al que amó, el padre de sus hijos, su compañero de vida, de militancia, su jefe político, un ex presidente que talló la historia nacional con la impronta huracanada de sus convicciones, para algunos, para muchos, la figura que partió la historia de la Argentina reciente en dos. Y ahí, Cristina, esa mujer que deberá sobrellevar los días de su soledad íntima, infinita, expuesta a la mirada de todos. Desgarrada mujer que padece en privado su dolor.

Hay también, y por sobre todo, un pueblo que sufre, que está triste, que se ve en las calles, que se siente en los silencios de las barriadas de los laburantes, ahí donde viven y sueñan. Los laburantes que encontraron en ese hombre testarudo, indómito, cabrón, polémico, hiperactivo, una razón de esperanza porque hizo lo correcto en el momento correcto, porque alivió algunos de los pesares cotidianos. Pesar de los laburantes curtidos en la desolación, el abandono y la intemperie a que los sometió, año tras año, la indolencia de un sistema que no sólo no los contuvo, sino que los expulsó. Y fueron millones.

El dolor que hoy es astilla en el corazón de mayorías, que volvieron a trabajar, que pudieron jubilarse, que tienen, al menos, un plato de comida que los acerca un poco a la dignidad. Pero falta tanto aún. De eso no hay dudas. Como tampoco las hay si se recuerda que no hubo una sola medida que afectara los intereses de los trabajadores desde aquella mañana de 25 mayo de un ¿lejano? 2003, en que ese tipo común que murió el miércoles jurara como presidente.

Un proceso político que se iniciaba rabioso de dudas, genuinas y lógicas, dudas como callos en la piel de una sociedad que fue testigo hasta entonces de la insolencia de una casta de dirigentes que, cuando debió actuar, lo hizo siempre, siempre, echando mano a las recetas escritas por otros, ese rosario de la indignidad: el FMI, sus ajustes y más ajustes –es hora de mirar a Europa y recordar el infierno argentino de ayer nomás–, las corporaciones, el capital concentrado, trasnacional, financiero, el de los buitres al acecho, de los grandes empresarios, los monopolios, los omnipresentes formadores de opinión, que hoy, que ayer, que sólo unas horas después de la muerte súbita de un vecino ilustre de El Calafate ya estaban conjeturando sobre un futuro propicio, para volver a la carga ante la supuesta debilidad de esa mujer que sufre y que en pocas horas más enterrará al hombre que amó.

A los escribas de Clarín y La Nación, la voracidad no les permitió tomarse el tiempo necesario para respetar el duelo, más no fuese, forzados por cortesía: que ya empezaron a especular con su banquete caníbal. Ni algunos dirigentes de la oposición se atrevieron a tanto. El pueblo los lee. El pueblo se enoja. Y el pueblo tiene razón.

Está esa mujer, entonces, que trabaja de presidenta y que seguirá institucionalmente sola porque, se sabe, tuvo un compañero de fórmula, allá por 2007, que eligió entrar en la Historia en el capítulo que se le dedica en minúsculas a los que carecen de convicción y prefieren hocicar siempre cuando el desafío les impone jugarse por algo, esos que viven la vida en pantalones cortos.

Hay un pueblo –pueblo, no gente– en la calle. Llora, y arrima como puede unas palabras de fuerza para Cristina. Hay figuras públicas, artistas, intelectuales, deportistas, mandatarios extranjeros, Piñera, Correa, Lugo, Mujica, Santos, Chávez, Lula, y otros tantos que estuvieron presentes, que mandaron sus condolencias, que se los vio quebrados, que dejaron sus palabras −como Evo que dijo “quedamos huérfanos”−, y eso habla, sin dudas, de la estatura continental que otros líderes le otorgaban al hombre que murió.

Estuvieron –están– las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, honrando con su presencia y sus lágrimas a un presidente democrático. Las Madres y las Abuelas. Las lágrimas de Estela, Hebe, de Nora, de Taty dicen infinitamente más que la tinta sucia que se pudo leer por estas horas en algunos diarios.

Pasaron por el Salón de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada funcionarios, diputados y senadores, sindicalistas, Hugo Moyano, kirchneristas, peronistas disidentes, socialistas, radicales, dirigentes de la Coalición Cívica, del PRO. Casi todos llevaron su pésame a Cristina, a sus hijos Máximo y Florencia, a Alicia, hermana del ex presidente. Casi todos. Menos uno: Julio César Cleto Cobos.

El vicepresidente opositor, que desde la madrugada del 17 julio de 2008 con su voto “no positivo” colocó su trayectoria política en la banquina de la Historia, declaró: “Murió quien fue un gran presidente.” Palabras. Dijo también: “Era un hombre con muchas convicciones; un gran trabajador.” Más palabras. Luego empezó a tejer y a destejer, con su sequito de analistas, los costos políticos de cada movimiento, y así fue que ofreció el Congreso para las exequias de “quien fue un gran presidente”. Y sólo obtuvo silencio, la mismísima indiferencia que cualquiera le puede brindar a un especialista en defecciones.

Luego, con las horas, decenas de miles de argentinos, de laburantes, de pobres, de jóvenes, de viejos, de familias, de militantes, se congregaron a la Plaza de Mayo, y un coro indignado, atragantado de bronca y dolor, recordó las felonías de Cobos, entre insultos y con el reclamo de que el vice opositor, que anhela el sillón presidencial que hoy le corresponde a esa mujer que en horas enterrará al hombre que amó desde su juventud, se vaya. Así lo gritaron. Que renuncie. Que si quiere, siga hilvanando su antikirchnerismo, pero por fuera del gobierno que lo trajo hasta acá. Ayer Cobos se rindió ante la evidencia y dijo: “Mi intención era asistir a la Casa de Gobierno para rendir mis respetos.” Más palabras. Y agregó: “Tomé la decisión de no ir y evitar así cualquier situación que perturbe este momento de reflexión y dolor.”

El pueblo está dolido, sin dudas. Pero es el mismo pueblo que sufre por la muerte de su líder, el que lo votó hace tres años, un 28 de octubre de 2007, junto a Cristina y que le dio con el 44% de los sufragios el triunfo electoral en primera vuelta. Tres años. Paradójicamente, el vice de aquella fórmula que debía consolidar el proyecto que se había iniciado en 2003 hoy no puede enfrentar a sus electores, no puede, no quiere, no le da el coraje para enfrentar a quien traicionó. Él se colocó ahí, en un rinconcito gris. El respeto hay que rendirlo en vida.

Y lo paradójico no es sólo anécdota. Cristina Fernández deberá sepultar a su marido, continuar su mandato y mirar de reojo para que quien debería cuidarle la espalda no le corra el sillón.

Julio César Cleto Cobos seguirá siendo vicepresidente, así lo afirmó –aunque está probado que es un hombre que cambia de idea fácilmente– hasta 2011. Y no es anécdota, porque la institucionalidad está de por medio.

Cobos encarna, lo dice con actos, un modelo que nada tiene que ver con el del oficialismo. Irresponsablemente, por ejemplo, dio su voto para que el 82% móvil para los jubilados se convirtiera en ley pero sin tener la menor idea de cómo sería financiado. Un caprichito de politiquería que no hizo más que mostrar la estirpe de cierta oposición, incluido el vicepresidente.

Hoy Cristina Fernández enterrará al hombre que amó.

Y deberá continuar, a la vista de todos, haciendo equilibrio entre el dolor infinito y el rol que asumió hace tres años.

Murió Néstor Kirchner.

El pueblo está dolido.

Cobos, desnudo.

Lo que se ve es lo que hay.

Qué triste



*Por Gustavo Cirelli*

Editor Ejecutivo
Diario Tiempo Argentino
http://tiempo.elargentino.com/notas/que-tristeza-cobos-es-vicepresidente

viernes, 8 de octubre de 2010

*¿Sabes quien es el Juez que traba la Ley de Medios?*

Carbone debe expedirse sobre la cláusula de desinversión

Un juez ultraconservador vinculado a la dictadura
*Por M.P. - Diario Tiempo Argentino 7-9-2010
El juez que dictó la medida cautelar que benefició a Clarín, al suspender la aplicación de los artículos 41 y 161 de la Ley de Medios para las empresas de ese grupo, tiene una larga foja de servicios vinculada a dictaduras y al pensamiento ultraconservador.

Se trata del juez en lo federal, civil y comercial Edmundo Carbone, ex funcionario de Lanusse y Videla. Carbone fue designado juez de primera instancia por el propio Videla en 1980. Ya en democracia, Raúl Alfonsín remitió su pliego al Senado, que ratificó su continuidad al frente del juzgado. Docente de Derecho Romano en la Universidad Católica, Carbone se encuentra en la última etapa de su carrera judicial: renunció a fin del año pasado, aunque aún no se abrió el concurso para designar a su remplazante. Su última causa de relevancia antes de abandonar el cargo será expedirse en la cuestión de fondo referida al plazo de desinversión de un año, apelado por Clarín y que hoy está suspendido por la medida cautelar.

La trayectoria de Carbone registra antecedentes que exhiben una perfecta coherencia con su perfil ultraconservador. En 1996, pocas horas antes del estreno, Carbone prohibió la proyección en los cines de la película "La última tentación de Cristo", de Martin Scorsese. Carbone justificó uno de los pocos hechos de censura previa tras el retorno de la democracia argumentando que la película implicaba una “profanación” del culto católico, apostólico y romano.

Para justificar la censura, el juez citó el artículo 2 de la Constitución, según el cual el Estado sostiene con sus recursos a la religión católica. En aquel momento, al trascender el fallo de Carbone, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) consideró que la resolución de Carbone era “inadmisible” y criticó al juez con términos muy duros. “Nuestra Carta Magna ha sido violada por quien debe ser su principal custodio en un sistema democrático y republicano de gobierno”, fue la reacción de Adepa, entidad en la que Clarín tenía –y sigue teniendo– una influencia determinante.

La Asociación Madres de Plaza de Mayo difundió un comunicado recordando los antecedentes del magistrado: “Las Madres denunciamos a Edmundo Carbone, el juez que debe decidir la cuestión de fondo del artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual con respecto al Grupo Clarín”, advirtieron.

“Es un juez del establishment, un hombre del riñón del poder judicial”, aseguró a este diario el presidente del Observatorio de la Justicia Argentina Beinusz Szmuckler. “No lo conozco personalmente. Prefiero no opinar”, se excusó el constitucionalista Eduardo Barcesat. Ex miembro del Consejo de la Magistratura, Szmuckler aseguró que la intervención de Carbone en la medida cautelar que frenó la aplicación del artículo 161 para el Grupo Clarín puede ser calificada como “mal desempeño”. “Tanto el juez como la Cámara aceptaron la argumentación de Clarín sin sustento legal”, dijo.


FUENTE:http://tiempo.elargentino.com/notas/juez-ultraconservador-vinculado-dictadura

Related Posts with Thumbnails