En uno de sus discursos más precisos en lo conceptual y político sobre formación de precios y puja de ingresos, la Presidenta describió los comportamientos empresarios que podrían jugar en contra del modelo. Sugirió a los trabajadores “estar atentos”.
9 de Febrero 2011
PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNANDEZ EN EL ANUNCIO DE ACUERDOS PARA EL DESARROLLO DE MERCADOS CONCENTRADORES REGIONALES
Muy buenos días a todos y a todas. Señor gobernador del Chaco, señor gobernador de Mendoza; señores intendentes, diputados nacionales, presidente provisional del Senado; amigos y amigas: la verdad que le dije a Coqui "vas a hablar pero no tan largo como cuando estábamos en el Senado", y se olvidó de la parte más importante que es el convenio que vamos a firmar entre el Estado Nacional, más precisamente entre la Corporación Mercado Central de Buenos Aires y la Provincia del Chaco, para con toda la expertís que tiene el Mercado Central participar en la construcción de esta central alimentaria que se va a hacer en Resistencia, Chaco.
Esto me gusta porque normalmente se habla mucho de federalismo en la República Argentina pero yo siento como Presidenta que siempre se habla de federalismo cuando es la Nación la que tiene que poner cosas, recursos, infraestructura, etcétera; el federalismo es a dos bandas, a dos partes, es gestión del Estado Nacional hacia las provincias y gestión dentro de las provincias, en los ámbitos y marcos de competencia que les son propios a cada gobernador, a cada intendente, para ayudar a gobernar la Argentina. Sería casi unitario pretender que se pueda manejar todo desde la Presidencia de la Nación en todos y cada uno de los territorios de las provincias.
Por eso esta experiencia que nos ha relatado el gobernador de la provincia del Chaco va a ser reforzada con un convenio con la Nación precisamente en lo que hace por ejemplo al diseño de lo que debe ser una central alimentaria como es la Corporación Mercado Central, que algunos creen que es simplemente un lugar de distribución de frutas y hortalizas pero que como ustedes vieron en el corto hay un control absoluto en cuanto a calidad fitosanitaria de toda la verdura y de toda la fruta que sale de ese mercado. Y que tiene que ver también con las cosas que vemos a diario y que tratan, como decía Capitanich, con un término "atizar", que no debe haber entendido nadie Coqui, yo lo voy a traducir: es azuzar, meter púa, cizaña, una traducción para que todos entendamos.
Y yo la verdad que me estaba acordando, cuando veía algunas escenas ayer por televisión que mostraban como un escándalo dos kilos de tomates a 6 pesos, del combate del tomate, porque fue un verdadero combate. Año 2009, 18 pesos el kilo de tomates, ¿se acuerdan? No, 2007, para las elecciones fue el combate del tomate, sí, ahí me acordé, una semana después bajó a 2 pesos. Pero yo decía: si era terrible 18 pesos, me acuerdo siempre las mediciones de estos lugares en el 2007, si además como dicen hubo una inflación del 30 ó 40 por ciento por año, el tomate debería estar a un precio que uno no sabría si ir a la verdulería o a la joyería, porque alcanzaría precios altísimos. Ayer mostraban estos precios, uno ve el atado de cigarrillos a 6.25 y ve los precios mayoristas del Mercado Central realmente y vemos que en realidad, pese a que a algunos les moleste el término que utilizó nuestro ministro de Economía, hay dispersión, hay muchísima distorsión y muchísimo aprovechamiento también de estas situaciones.
Si queremos hablar de precios en serio en principio no hay que hablar de variaciones de precios en frutas y verduras, que en realidad en términos de expectativas inflacionarias cualquier economista sabe que es absurdo, porque las expectativas inflacionarias están siempre determinadas por lo que se denominan insumos básicos de la economía y los denominados precios inelásticos, o la demanda inelástica si se quiere también -una va aprendiendo pese a ser abogada después de haber ejercido la Presidencia- o sea aquellas cosas que la gente no puede permitirse no tenerlas. Y la verdad que los precios que realmente causan expectativas inflacionarias en materia de formación de precios, de insumos básicos, son fundamentalmente en materia de tarifas por ejemplo, porque la gente si le aumenta el gas, la luz o el agua no puede prescindir de estos elementos, pero no todo lo que son temas de carácter absolutamente estacional, como lo era el tomate en aquel momento. Me acuerdo que había una carta muy simpática en aquel momento en un diario que decía que el que quiera comer tomate en septiembre o en agosto tiene que estar dispuesto a pagar precios altos porque el tomate es de otra estacionalidad.
Pero lo que digo es, fundamentalmente, el tema de la inmensa dispersión y distorsión, inclusive dentro de las propias cadenas de una sola marca donde según el barrio en el que esté ubicado el supermercado las cosas tienen un precio y si está en zona norte, donde está la gente de mayor poder adquisitivo, la misma cadena le pone otro precio. Esto lo sabe todo el mundo.
Por eso orientar el poder de compra de los consumidores es un instrumento que debe ser organizado, como lo decía el gobernador del Chaco, pero también organizado por la propia sociedad y por el propio consumidor, con exigencias claras y concretas, con la información que cuenta. Y desde el Estado Nacional proveer medidas como la que estamos haciendo hoy en este convenio con Chaco, y además medidas en lo que hace a la formación de precios en lo que denominamos insumos básicos, que por lo tanto son insumos difundidos e impactan a toda la demanda.
Y fundamentalmente también, una cosa que vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo, es curioso que los que más agitan expectativas inflacionarias son los formadores de precios en la República Argentina, porque en realidad el inmenso esfuerzo que está haciendo el Estado Argentino en sostener la demanda agregada, que eso sí es una política que depende del Estado -el Estado tiene que garantizar actividad económica sosteniendo la demanda, la Asignación Universal por Hijo, las políticas salariales, de convenios colectivos de trabajo- que ha determinado un consumo como nunca se vio en la Argentina, debería terminar con la costumbre yo digo consuetudinaria de algunos sectores de querer mantener o apropiarse de rentabilidad vía precios y no vía aumento de la oferta, vía aumento de la inversión.
Siempre nos contaron que la inversión debía estar antes de la demanda, yo nunca creí en eso porque tengo la lógica del que quiere invertir; el empresario invierte cuando tiene la certeza de que le van a comprar el producto, y cualquiera de ustedes aunque no sea empresario haría, de serlo, exactamente lo mismo. Yo tengo una regla, siempre me pongo en el lugar del otro, lo que haría yo si fuera el otro, y entonces es lógico que durante muchísimo tiempo en la Argentina, como no teníamos políticas que sostuvieran demanda agregada, sólo políticas volátiles, había cierto retraimiento a tener un ritmo sostenido de inversión y ampliación de la oferta para mantener o aumentar rentabilidad.
Pero lo cierto es que venimos de una política continua creciente desde el año 2003 a la fecha de un Estado que sostiene y aumenta la demanda permanentemente y entonces es necesario que quienes tienen el capital y quienes tienen la oferta aumenten la inversión. Además se han dado líneas de financiamiento importantes como es el Proyecto del Bicentenario, donde tenemos ya más de ciento y pico de proyectos por 2.300 millones.
Pero hay esa cosa de que algunos sectores tienen esa lógica de apropiación en la puja distributiva, de rentabilidad vía precios, y otros que no, que siguen invirtiendo, porque es malo generalizar, y también lo otro, una inmensa distorsión y dispersión de precios de acuerdo a los lugares, a la cara del consumidor, al lugar donde está ubicado.
Entonces creo que teniendo esta política que estamos llevando a cabo..., yo digo siempre que se puede tener fastidio con el gobierno, pueden no gustar las políticas, pero no hay que tomarle el pelo a la gente, porque la gente tiene memoria de lo que pasó y de las cosas que quieren instalar permanentemente.
De modo que hay que cuidar este proyecto y este proceso económico iniciado en el 2003, que ha permitido precisamente este boom de consumo, que también crea tensiones, pero los que querían enfriar la economía durante la campaña del 2007 y planteaban la cuestión del tomate a 18 pesos, yo veía ayer que planteaban como un escándalo 2 kilos de tomate a 6 pesos.
Realmente les pido a todos los argentinos que hagamos un gran esfuerzo para poder procesar todo esto y seguir adelante con estas políticas claras y concretas y con mucha responsabilidad para todos, que lo vengo sosteniendo reiteradamente en muchas intervenciones. Responsabilidad por parte de quienes son formadores de precios, y no tenemos un solo formador de precios, hoy son formadores de precios no solamente aquellos que producen el producto -valga la redundancia- terminado, sino también los que compran grandes cantidades y hacen una segunda formación de precios en góndolas, en supermercados, en distribuciones, en bolseros.
Por eso la intervención en políticas activas por parte del Estado para precisamente resguardar estas cosas. Y la verdad que creemos importante señalar estas cosas en las cuales cada argentino tiene que ser un activo militante, no a favor del gobierno, a favor de sí mismo, porque en definitiva, si cada uno reflexiona y más allá de que todavía faltan cosas por hacer, argentinos a los que llegar, creo que podemos decir que hemos logrado mejorar la calidad de vida que los argentinos tenían al año 2003 sustancialmente como nunca se hizo en décadas en la República Argentina. Y cuidar esto creo que debe ser responsabilidad de todos, por supuesto en primer término de quien habla, que es la Presidenta. Por cierto igualmente, como lo decía Capitanich, de gobernadores e intendentes, pero también de las organizaciones y de la propia gente cuando consume y toma determinaciones, utilizar el poder de compra en defensa propia.
Creo que vamos muy bien, creo que estamos trabajando y ayer no más veíamos las cifras, aquí en este mismo lugar estábamos dando subsidios no reintegrables a 13 parques industriales de la República Argentina; en el año 2003 había 80 parques industriales, hoy hay 280 parques industriales.
Estamos solventando, subsidiando y apoyando todas las políticas que signifiquen agregar valor para que precisamente aumente la oferta, mejore la oferta y poder mantener y ampliar un mercado que cada vez tiene, afortunadamente, más consumidores. Que esto es lo que queremos desarrollar, un fuerte mercado interno que tenga además para nuestros productores, para nuestros empresarios un fuerte sesgo exportador. También por eso mi decisión de acompañar misiones empresarias a mercados no tradicionales para conquistar nuevos mercados.
Todo esto, la mezcla de todas estas cosas es lo que ha permitido este crecimiento en estos años. Y precisamente acentuar, profundizar y comenzar también a pasar el peine fino, porque Néstor siempre me decía, "cuando yo era Presidente...", porque obviamente charlábamos mucho de estas cosas y de la gestión en general. El siempre me decía, "¿sabés lo que te pasa a vos?" Después me reconoció con el tiempo que una parte era por ser mujer, pero eso tardó, porque me decía ah no, pero después dijo "te tengo que reconocer, la verdad que un poco es porque sos mina". La verdad que un poco es por eso también. Pero él me decía -tenía mucha razón- que en la etapa que le tocó hacerse cargo del país, el país en llamas, el país que se destruía, era como que todo el mundo se daba cuenta que no podía hacer demasiadas olas porque en definitiva todo podía volver a desmoronarse, pero luego vino la etapa de la consolidación del crecimiento y es donde vienen a acentuarse las pujas distributivas.
Y yo creo que estamos en este punto central de cómo resolvemos la puja distributiva en la República Argentina, si la resolvemos como lo hicieron históricamente, pensando que no había proyecto o no había proceso que durara más de uno o dos años, que es lo que pasaba a veces cuando uno decía por qué quieren ganar cuando uno va de veraneo en tres meses lo que no ganan en un año, para que la gente termine veraneando en otra parte o no pueda hacerlo, lo charlábamos mucho. Ahora viene la época del seismesino, como les gusta decir a otros, o la época de la puja distributiva, donde realmente se pone en juego qué modelo de sociedad queremos y cómo vamos a seguir creciendo, si lo hacemos en serio vía aumento de la oferta con inversión, con mayor producción, con mayor valor agregado, con innovación tecnológica; si nuestros empresarios aprovechan todos los beneficios fiscales, toda la protección que se da a la industria nacional para incorporarle valor, para mejorar la producción, para abaratar costos, y nuestros comerciantes aprovechan el consumo para poder generar mejores bocas de distribución, llegar a más lados, de modo tal que pueda haber una política más racional, no tan dispersa en materia de precios, o volvemos a la vieja receta de los argentinos donde terminamos matando a la gallina de los huevos de oro porque creemos que si la abrimos vamos a encontrar más que con la gallina que pone huevos todos los días. Yo me inclino por mantener viva la gallina que sigue poniendo huevos todos los días, y además voy a tomar todas las medidas, a utilizar todos los instrumentos que tiene el Estado para que estas políticas puedan llevarse adelante, en beneficio de nuestros propios empresarios, en beneficio de nuestros trabajadores, en beneficio de la sociedad.
Creo que esta es una discusión muy linda que tiene que dar la Argentina, porque les hemos mantenido merced a subsidios..., está criticado también, cómo han criticado los subsidios, pero los subsidios mantienen el tema en materia tarifaria, con las tarifas más bajas de toda América latina, en realidad cuando nosotros hablábamos de progresividad, hay que tener mucho cuidado, en algunas experiencias de países vecinos cuando quisieron modificar abruptamente los precios ya vimos lo que pasó.
Por otra parte, como estos son bienes, servicios fundamentalmente, de los que no se puede prescindir y que tienen un gran impacto en el consumo, porque la gente si le aumentan demasiado los servicios restringe el consumo y va al pago de servicios que no crean nuevos puestos de trabajo y demás, esta política de subsidios que permite que los trabajadores sean transportados a sus sectores de trabajo a muy bajo costo, porque imagínense lo que sería la demanda salarial si por ejemplo los transportes tuvieran valores, no digo internacionales, más altos que los que tienen, esto se trasladaría inmediatamente a demanda salarial. Todo este esfuerzo que hace el Estado de sostener demanda agregada, de sostener que los bienes inelásticos se mantengan a precio fijo, el hecho además de tener superávit comercial, no tener endeudamiento, no ser competidores del Estado en la obtención de crédito, como era en la década de los 90. En los 90 no solamente teníamos el uno a uno sino que por el endeudamiento de las provincias, y lo recordó muy bien Coqui, con garantía de participación, era prácticamente imposible para un empresario competir con el Estado en la obtención del crédito del sistema financiero porque para el banco era mucho más fácil prestarle al Estado con garantía de coparticipación que prestarle a un empresario que tal vez no se lo devolvía.
Y también, ya que hablamos del sistema financiero, sería bueno que con la solvencia que tiene el sistema y con el nivel de rentabilidad que tiene, se orientara más a la producción y al aumento de la oferta y no tanto al consumo. Porque cuando una escucha a algunas asociaciones empresarias hablar de enfriar la economía y vos ves los diarios y los anuncios son únicamente para préstamos de consumo, en realidad hay una gran contradicción, cierto grado de cinismo, si se me permite la expresión que es un poquito dura para una presidenta, pero hace tiempo que no decía nada de esto, así que me tomo la licencia. Hacía tiempo.
Entonces creo que hay que hay que sentarse a charlar estas cosas en serio en la República Argentina y con los números en la mano y no seguir con ver quién hizo la declaración más altisonante o aterroriza más al establishment para ver como se queda bien.
Y también charlar con los compañeros trabajadores en cuanto a lo que es la puja distributiva, porque cuando ésta se desmadra tenemos la historia clarita, los que tienen más siempre siguen teniendo más y los que pagan las consecuencias son los trabajadores. Esto no significa para nada que los trabajadores no tengan derecho a tener un mejor salario, que dicho sea de paso si algo puede acreditar este gobierno es ser el que mayor salario paga en toda América latina, no el gobierno sino el mejor salario mínimo vital y móvil establecido desde el Estado, convenciones colectivas -arriba de 2.000- que habían sido suprimidas en la República Argentina.
Y en todo caso, si realmente no hay tanta rentabilidad en las empresas, tampoco molestarse cuando se quiera discutir la participación de los trabajadores en la rentabilidad de las empresas, porque es una de las formas para también mediar en esta puja distributiva y si no hay rentabilidad y les va tan mal qué problema habría en ver cómo se puede participar.
Hay mucha contradicción en el discurso y me gustaría que hiláramos un poco más finito, también los trabajadores, cuando demandan tener participación en la rentabilidad de las empresas, qué pasaría en aquellas empresas que son más chicas y no tienen la rentabilidad que puede tener una multinacional o una empresa concentrada. Cosa que también vamos a tener que discutir, a ver cómo discutimos salarios en una misma actividad cuando tenés en una punta de la actividad una empresa mega multinacional, formadora de precios, con alta rentabilidad, y en la otra punta de la actividad tenés a lo mejor un taller con 10 ó 20 empleados que nunca podría pagar el salario que se fija para la primera.
Por eso creo que hay que discutir en serio. Llegó la hora en la Argentina, porque mientras estuvimos todos con que no hay trabajo, no hay asignación universal por hijo, bueno, pero ahora se han dado muchas cosas en la Argentina. En el año 2010 se dieron muchas cosas, por suerte en ese Bicentenario, respecto de la economía que realmente demostraron las virtudes del modelo. Sobrevivimos a una crisis terrible en el 2009 y tuvimos uno de los mejores comportamientos económicos de todas las economías emergentes del mundo, dicho por todos los organismos, habrán escuchado hablar a Paul Krugman, premio Nobel, y a Stiglitz también del ejemplo argentino. Entonces creo que ha llegado el momento de debatir en serio estas cuestiones. Si realmente la puja distributiva vía demanda salarial es una cuestión que se agrava, discutamos entonces sobre la rentabilidad de ganancias, si no se quiere discutir sobre rentabilidad de ganancias discutamos entonces cómo se forman los precios. Pero no se puede seguir con la ridiculez de leer el diario y ver a los comerciantes y empresarios quejarse porque aumentan los precios y echarle la culpa al gobierno, yo no vendo nada, no produzco tomates, no vendo autos. No produzco acero, no produzco cemento, los gobernadores tampoco tengo entendido, aunque alguno tenga alguna cosa que yo no sé pero la verdad...
Entonces el gobierno en lo que es responsabilidad del gobierno, regulación de aquellos precios que tiene derecho a regular porque son bienes inelásticos, ha actuado muy fuertemente, inclusive se han tomado algunas medidas en materia de combustibles contra alguna empresa que más que una empresa parece un partido político opositor en la República Argentina, con lo cual hemos dado muestras de todo esto. Pero la verdad que escuchar pronunciarse a centrales empresarias, o a empresarios, acerca de los problemas de los precios, resulta absurdo. Además al mismo tiempo tomar los diarios y ver que se caen de ofertas de precios y de bienes de consumo de la primera hasta la última página, donde ponen una mala noticia del gobierno 80 anuncios, otra medida otros 80 anuncios y así sucesivamente.
Pero no hay que enojarse, yo aprendí que no había que enojarse, porque hace mal además, mirá cómo se enojaba él y cómo le fue; aprendí que tengo que estar más tranquila. Pero quiero discutir estas cosas como Presidenta de los argentinos con todos los sectores y los actores involucrados, porque realmente una solución podría ser entonces, si la demanda salarial es una cuestión de carácter inflacionario, como pretenden algunos, vayamos a ver cómo está el tema de la rentabilidad de las ganancias, arreglamos por ese lado y no afectamos el tema de demanda salarial.
Ahora, también vamos a empezar a pedir explicaciones a las grandes comercializadoras. Porque tenemos dos formadoras de precios, tres casi les diría, los insumos difundidos, el que termina el producto y que requiere del aluminio o del acero para terminar una línea de blanco o de autos, ese es el producto terminado, y después tengo los que comercializan esos productos, que en el caso de alimentos por ejemplo compran producciones enteras y por lo tanto vuelven a formar precios.
Y otro tema que también el año pasado impactó mucho y debemos reconocerlo fue el precio de la carne, que impactó muy duro. Pero también, y esto sí que es una apelación a toda la sociedad, yo defendí mucho el tema de los precios de los productos como la carne, me acuerdo que había dirigentes de la Sociedad Rural que decían que el lomo tenía que estar a 80 pesos y la gente los aplaudía, yo pedí que como sociedad decidamos también qué queremos ser, adónde queremos ir, porque creo que juegan mucho con nosotros desde lo mediático y desde la memoria, pero bueno, el año pasado más de la mitad del impacto inflacionario fue el sector carne.
¿Por qué? Porque el sector carne tiene en nuestra canasta familiar, y en los productos que medimos, un gran impacto, no se mide únicamente en el peceto o en el kilo de lomo o en el asado que comprás, se mide también en el rubro restaurante, esparcimiento, con lo cual impacta en todos los rubros que se miden.
Cuando uno analiza cada provincia que no depende del INDEC, porque cada provincia te manda lo que mide su instituto, uno puede ver claramente en el año pasado cómo impactó el tema de la carne en la formación de precios, y la verdad que lo reconocían los propios productores, y yo lo dije varias veces, me ponía contenta de que pudieran obtener un precio de la carne como nunca tuvieron en toda la historia de la Argentina. Pero también debemos saber quiénes venden a determinados precios, la rentabilidad, y también tenemos que saber defendernos frente a las cosas cuando nos quieren plantear escenarios o cuestiones mediáticas, o ilusiones, que poco tienen que ver con la realidad y que luego terminan impactando negativamente en los argentinos.
Por eso creo que es importante que discutamos todas estas cosas, porque todo lo otro que siempre dijeron, que la Argentina era inviable porque no tenía reservas, hay reservas, porque había déficit fiscal, no hay déficit fiscal, al contrario, este es el primer gobierno que tiene ocho años de superávit fiscal primario. . Escuché durante años el latiguillo de la mala administración del Estado, del déficit fiscal, ese argumento fuera porque no existe, lo eliminamos nosotros, los pretendidamente "izquierdosos" fuimos los que pusimos con superávit fiscal a la Argentina, y los que eran todos liberales se endeudaban, es impresionante . Quién imaginaría a ex militantes de los años `70 hablar de superávit fiscal, de la balanza comercial, es que fuimos buenos en serio.
Tuvimos superávit y seguimos teniendo superávit comercial, y no quiero a acordarme para no extenderme demasiado de la batalla y la discusión de las reservas para pagar deudas, pero somos también el gobierno que más ha desendeudado a la Argentina desde Bernardino Rivadavia para acá. . Pero ojo, que cuando nosotros empezamos el proceso de desendeudamiento no lo hicimos luego de un período floreciente en la Argentina, como les tocó en otras oportunidades a otros gobiernos de nuestro propio partido, en el cual contaban con instrumentos para desendeudamiento, no, nosotros desendeudamos al país como nadie habiendo recibido un país defaulteado y la mayor deuda soberana defaulteada de todo el mundo, en ese marco somos los que más desendeudamos. .
Fuimos los que más reservas acumulamos en el Banco Central, y reservas hoy, después de la gestión de Mercedes, más genuinas todavía, porque en algún momento hubo reservas que eran debidas a préstamos de Basilea, que nos vinimos a enterar con el tiempo una vez que Mercedes Marcó del Pont llegó al Banco Central. Sí, vamos a empezar a decir todo lo que hay que decir, y tenemos los papeles además. . ¿Saben qué pasa? Cuando uno escucha comentarios, análisis, artículos de opinión, opiniones, dice: la pucha, yo estoy poniendo un gran esfuerzo físico, personal, porque es mi obligación, no me victimizo, odio a la gente que se victimiza, estoy acá porque es mi responsabilidad, porque quise estar acá, también es cierto que me toca vivir un momento personal difícil, pero yo voy a seguir trabajando como siempre. . Pero es hora de que hablemos las cosas en serio en la República Argentina, porque tenemos ahora la oportunidad que nunca hemos tenido, porque tenemos los instrumentos en la mano, porque la historia del mundo se ha acomodado de una manera en materia de intercambio comercial entre países o economías emergentes y los países desarrollados, inclusive también geopolíticamente, se están experimentado grandes transformaciones geopolíticas muy importantes, que van a impactar en la economía, porque está todo muy interrelacionado, la economía no es una ciencia independiente de la política, ni la política mucho menos lo es de la economía, porque ambas son ciencias sociales, la política y la economía, íntima y directamente vinculadas, interrelacionadas e interactuantes por excelencia, no hay teoría económica separada de teoría política, ni hay teoría política separada de teoría económica, eso es puro cuento. .
Entonces, en este momento del comienzo del tercer centenario, si les gusta más nuestra marcha hacia el Bicentenario de la Independencia en 1816, Independencia que yo no tengo dudas debe tener fuertes basamentos económicos y sociales, pero también, y no me voy a cansar de decirlo, en el momento y en el tiempo que viene va a ser muy importante la inversión que hagamos en ciencia y tecnología, y que vamos a seguir profundizando. Estamos en una oportunidad pero yo quiero discutir sin slogans, y discutir con los papeles y los números, porque cuando uno habla de economía lo que tiene que hacer es sentarse con los papeles y con los números, y discutir en serio en qué dirección va el país, si es la correcta y si alguno tiene además algún proyecto o plan alternativo que mejore lo que estamos haciendo, yo estoy dispuesta a escucharlo, eso sí, le voy a pedir que mínimamente me demuestre que algo ha hecho antes, porque es como cuando uno va al médico, ¿adónde va?, a uno que saben que curó a muchos, a mí al médico que sé que mató a unos cuantos no me llevan ni a palos. . No es que esté pidiendo títulos académicos, no es eso, simplemente acreditar gestiones macro, gestiones de país, porque también esto es otra cuestión, y yo me dirijo a todos, a mis hermanos, compañeros, no compañeros que tienen la responsabilidad de conducir provincias, porque a nosotros también nos tocó conducir desde municipalidad, provincia y nación, y la verdad que la situación floreciente de nuestros estados federales, nuestras provincias, merced al incremento de coparticipación, merced a una infraestructura como nunca se vio, y también al impacto de las medidas sociales, cuando uno pone 2 millones y medio de jubilados más, cuando lleva la jubilación de 150 pesos a casi 1.300 la mínima, cuando además establece una Asignación Universal por Hijo donde hay provincias donde ha tenido un impacto importante, que nos hubiese gustado que no hubiera tenido tanto impacto, porque significa que todavía falta mucho que hacer sobre todo en el NEA y en el NOA, pero en realidad, el otro día lo decía el Intendente de Mar del Plata claramente, nosotros sabemos cuando le va bien al país porque es cuando le va bien a Mar del Plata, si a Mar del Plata le va bien, les puede ir bien a otras playas, hermanas, amigas, cercanas dijo, pero si no nos va bien a nosotros no le va bien al país, y la verdad es esta. Tenemos termómetros de que les está yendo bien a todos, algunos serán mejores gestores locales, o malos gestores locales, que también los hay, como en todos lados, pero lo cierto es que todos han podido ver de alguna manera el crecimiento que ha significado este modelo económico desde La Quiaca hasta Ushuaia.
Me parece que es hora de discutir en serio, sin slogans, tal vez es un mal momento porque es un período electoral, pero yo creo que las buenas instituciones y la buena calidad de la política no pasa por decir mejor calidad de la política, hay que hacerla la calidad de la política, y los que la tienen que hacer son los políticos, los que tienen necesidad no de decir "tengo un plan", porque ya escuché mucho eso, si no que nos cuenten cuál es el plan, con qué instrumentos, con qué medidas, con qué recursos, a quiénes llega, y quién pone, porque cuando hablamos de recursos alguien pone, o pone el Estado o ponen otros, y cuando pone el Estado tiene que sacarlo de otros lados, no es que emite, que normalmente, cuando el Estado reduce esos recursos, afecta a los sectores más vulnerables, porque las ayudas del Estado normalmente van a los sectores más vulnerables.
Por ahí me fui un poco del mercado tuyo del Chaco, Coqui. Acá lo veo al Intendente de José C Paz, hoy hacemos el acuerdo no solamente con el mercado de Chaco, sino también con el mercado de José C Paz, que ya está, yo me acuerdo, fui con Néstor a inaugurarlo, ellos hicieron un gran mercado central, tienen unas naves impresionantes, y van a hacer ahora un acuerdo con el Mercado Central de Buenos Aires, estaría ubicado en la primera sección electoral. Ahora no piensen tampoco que va a haber un Mercado Central en cada lado porque eso no existe.
Quiero decir algo: la cantidad de gente que va a comprar al Mercado Central, y no es de la tercera sección electoral, van de Capital Federal, porque la verdad que los precios no tienen absolutamente nada que ver, hay gente que llena su freezer durante dos o tres semanas, porque no hay solamente frutas y hortalizas, hay manteca, pollo, carne, todo lo que se vende y todo lo que consume en materia alimentaria una familia. Yo digo, si todos esos que están ahí, está bien, son mayoristas, pero están todos inscriptos, porque después dicen: "se vende más barato porque no pagan impuestos, porque no están inscriptos", ¿no lo escucharon?, yo también lo escuché. Todos los que están ahí están todos inscriptos, todos pagan impuestos y además, quedate tranquilo, ninguno te regala nada, porque acá nadie te regala nada y está muy bien, yo tampoco regalo nada y nadie regala nada. Lo que es importante saber es que esos precios también les dan rentabilidad a todas esas personas que están en el Mercado Central. Si ellos actúan como mayoristas y tienen eso, ¿cuánto ganan las grandes cadenas cuando compran producciones enteras, y tienen esos mismos precios tres, cuatro, cinco o seis veces? Entonces argentinos, defendámonos nosotros mismos de todos aquellos que quieren distorsionar, aprovechar, y también a todos los actores sociales, a todos los sectores involucrados, iniciar un debate importante acerca de estas cosas que por ahí algunos se horrorizan.
Estaba leyendo hoy en un diario que hay una empresa que está discutiendo participación en las ganancias en materia petrolera, hay que tener en cuenta que es una petrolera, pero creo que todos tenemos que saber, y los trabajadores organizados sindicalmente y que han logrado buen posicionamiento salarial tienen que saber, que todavía tenemos argentinos afuera del esquema del trabajo, inclusive tan es así que por eso vemos escenas de esclavitud que realmente avergüenzan, como las que hemos visto en sectores concentrados para colmo, sobre todo en empresas vinculadas con el sector rural, situaciones de trabajo esclavo. Veamos que eso también puede hacerse porque hay segmentos de la sociedad que por su falta de educación, por su ubicación geográfica, por su falta de capacitación, por sus décadas de sumisión y subordinación, hoy charlaba con alguien muy cercano y le decía cómo puede ser posible que alguien acepte esas condiciones laborales, uno ve que te cortan las vías porque no les llegó tal cosa, cómo puede ser una sociedad de cosas tan extremas, que porque no consiguieron tal cosa van y cortan las vías y hay otros que directamente tienen un grado no de precarización o de ilegalidad, de esclavitud y de servidumbre humana que ya no debería ser cuestión del Ministerio de Trabajo, esas son cuestiones penales, porque la servidumbre y la esclavitud están penadas por la ley. . Esos no son temas para la cartera laboral, son para jueces, son para la Justicia. Creo que esto también pasa porque todavía nos falta llegar a determinados sectores, hay un sector que se muere por desnutrición un chico teniendo una Asignación Universal por Hijo que no tendría por qué suceder, porque también hay cuestiones de culturización durante mucho tiempo, que cuesta removerlas y cuesta llegar a esos huecos todavía profundos de pobreza e indigencia.
Por eso creo que también quienes están organizados sindicalmente, que pueden defender sus derechos, que los han defendido con justicia, que han logrado y han obtenido para sus representados mejoras y salarios importantes, que permiten batir records de compra de motos, que permitieron el otro día inaugurar un edificio maravilloso en Villa del Parque de 320 departamentos espectaculares, con cuotas que no se pueden creer, también tienen que entender lo otro, todo lo que todavía falta, no para decir "me voy a quedar quietito y que me rebajen el sueldo", nadie pretende esto, simplemente mucha racionalidad para todos, porque en serio, muchas veces los que sí saben de qué se trata, los que durante muchísimos años y décadas utilizaron esas prácticas, esas peleas, esas pujas para luego voltear todo y aprovecharse, siempre están atentos y vigilantes, y como decía el General, "se fueron los atentos y quedaron los vigilantes".
Quiero decirles nada más, luego de esta larguísima charla que quería mantener con ustedes sobre estas cuestiones que nos involucran a todos, aquí hay senadores, diputados, dirigentes sindicales, dirigentes de movimientos sociales, en fin, todo lo que puede ser la República Argentina, también hay empresarios del Mercado Central, Madres, Abuelas, ciudadanos comunes que a lo mejor tienen un salario en el Estado o en alguna de las empresas que han venido y por lo tanto son simplemente asalariados, todos tenemos que hacer un gran esfuerzo porque vale la pena. Se ha luchado mucho, pero no solamente desde el 2003 a la fecha, hace 200 años que estas luchas se vienen dando en el país. Alguna vez tenemos que dar el salto histórico y de calidad en serio de dar por clausuradas determinadas cuestiones establecidas como políticas de Estado y logros de la sociedad, para pasar a otro estadio de discusiones en donde veamos qué hacemos con ciencia, con tecnología, cómo llegamos más y mejor, porque no podemos seguir discutiendo lo mismo que venimos discutiendo hace 200 años . No estoy dispuesta a que los argentinos perdamos un solo minuto más en discusiones que ya deberían estar saldadas y que sin lugar a dudas las vamos a saldar democráticamente y como corresponde.
Muchísimas gracias y muy buenos días a todos.
Im-pre-sio-nan-te...
ResponderEliminarAdrián Corbella
(y si le preguntás de otra cosa sabe también...)