*NUESTRA TORRE de BABEL*

¿En que lugar encontrarnos si partimos de distintas miradas?

¿Cómo entenderte y como hacer que me entiendas si hablamos dos idiomas distintos?

Años de silencio obligados, donde solo prevaleció un discurso único que solo representaba los intereses de unos pocos. Palabras acalladas, partes de la historia cercenadas de la memoria colectiva. Dolor, miedo, injusticia, rebeldía, angustia, decepción, y más dolor.

La esperanza era lo único que sostenía. Alguna vez se sabría la verdad, alguna vez los dormidos iban a despertar, y así entre todos íbamos a construir una patria más justa, que nos incluyera a todos.

Pero no. No todos despertamos. Muchos quedaron repitiendo el discurso con el que durante años nos lavaron el cerebro. Otros insistieron en mirar solo hacia adelante, sin recordar, sin querer ver, volviendo a torturar con la misma indiferencia de antes a quienes traemos atada la memoria a nuestro ser, a los que solo resistimos esperando que alguna vez se hiciera luz sobre las sombras que nos hundieron en la injusticia y la destrucción.

Las minorías privilegiadas defienden lo suyo. Y lo hacen bien. Tan bien, que hicieron creer a muchos que sus intereses son los de ellos. Tan bien, que les hizo perder la referencia de quienes son y de donde vienen. Tan bien, que muchos están endiosando hoy a quienes serán sus verdugos mañana. Pero cierto! Tampoco hay que pensar en mañana, por que esta es la cultura del hoy, disfrute hoy y pague mañana, no importa como ni con que, lo que importa es HOY. Un hoy sin culpas ni responsabilidades. Un hoy que nos aleja indefectiblemente de la construcción de un mañana distinto.

¿Cómo se hace para explicar lo obvio? ¿Cómo no desesperar ante la certeza inexorable de que destruyeron nuestra cultura y nuestras raíces? Sentirse extranjero frente al propio hermano, por que nos cortaron la historia en común, nos mintieron, nos disfrazaron la verdad, tergiversaron lo que nos sucedió, nos intoxicaron con mentiras que nos machacaron y machacaron, hasta que perdimos dimensión de que fue lo que sucedió y que no. Nos construyeron un mundo como el de la película de Jim Carrey, “El show de Truman”, y desde esa realidad inventada juzgamos la vida.

La historia es cíclica, una y otra vez se repiten hechos sin que terminemos de aprender de qué se trata. Cambian los actores, pero los personajes son los mismos, como la remake de una vieja película ya conocida. Es doloroso tener conciencia y poder vislumbrar el futuro en base a lo ya vivido. Y la mayoría no despierta. Es desesperante porque uno siente que es tan impotente frente a los monstruos que acechan. Y quisiéramos sumarlos a todos y tirar todos para el mismo lado. Pero no nos escuchan, no nos ven, no nos entienden. Estamos en una Torre de Babel, donde cada quien tiene su propio dialecto. Pero estamos todos en el mismo barco y si se hunde, solo habrá lugar en los botes para los mismos de siempre, esos a los que les compraste lo que quieren que repitas. El resto nos ahogaremos todos juntos, los que nos jodimos siempre, los que siempre pagamos los platos rotos.

Y después… cuando retorne la calma y comencemos a reconstruir lo que inevitablemente los buitres destruirán, volverás a perder la memoria y a no diferenciar héroes de traidores y la historia volverá a repetirse, tristemente una y otra vez...


ELENA CALVÍN
Enero 2010

NdR:

TORRE DE BABEL “Definida como una escalera entre el cielo y la tierra, la Torre de Babel figura en el texto del Génesis, donde se relata que los hombres, reunidos en la llanura de Shinear, después del Diluvio, resolvieron levantar una torre gigantesca. Dios (Yahvé), al ver lo que intentaban, obstaculizó sus planes "confundiendo sus lenguas" de modo que los obreros no pudieran entenderse entre sí. Al quedar incapacitados de trabajar de común acuerdo, los constructores abandonaron la empresa y se dispersaron en diferentes direcciones. La torre inconclusa y la ciudad edificada en torno a ella se llamaban Babel o Babilonia”