Este último viernes conmemoramos aquel 11 de marzo de 1973 que puso fin a 18 años de proscripciones y dio paso a través de elecciones democráticas al triunfo de Héctor Campora como presidente de todos los Argentinos; meses después asumiría la presidencia el conductor del movimiento nacional y popular Juan Domingo Perón.
Nuestro proyecto político que comenzó el 25 de mayo del 2003 tiene como valor central a la lealtad. Cuando Néstor Kirchner asume la presidencia de la Nación explicita claramente que el no iba a dejar sus convicciones fuera de la Casa Rosada, y asumía por compresión histórica a través del voto popular conducir los destinos de la Argentina, siendo leal a las aspiraciones de soberanía política, independencia económica, y justicia social que nuestro pueblo demanda. En estos casi 8 años hemos dado muestras infinitas a partir de realizaciones concretas de coherencia con las ideas propuestas y de una profunda lealtad con las mayorías populares que reclaman la consolidación y profundización de un proyecto de país nacional, popular y con mirada suramericana.
Nuestros ideales nos marcan y la historia lo ha demostrado, que para consolidar la fuerza en la profundización del proyecto es determinante construir con diversidad y pluralidad; un proyecto democrático en su sentido mas profundo y para las mayorías, no puede ni debe ser sectario ni excluyente, jamás. De no serlo seria un contrasentido. La lealtad te impone fidelidad a tus ideas y con los compromisos políticos asumidos con el pueblo.
Así durante estos años de gestión hemos desplegado políticas hacia vastos sectores del escenario político y social de nuestro país y con los hermanos de la región. Nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo marca claramente cuando dice que somos el Gobierno de la reparación histórica y de la recuperación. Recuperamos lo que era nuestro y reconocemos a aquellos que han luchado en resistir la entrega incondicional y han combatido en los peores momentos por los derechos de los sectores populares.
Ese reconocimiento político implico valorar las experiencias desarrolladas durante la noche neoliberal por parte de muchas organizaciones populares y recuperar para la construcción del nuevo Estado Social, esas prácticas y conocimientos dando paso a su institucionalización.
Ahora bien, es oportuno destacar y caracterizar, que muchas de estas organizaciones populares surgen como consecuencia del neoliberalismo, donde el sujeto político social, sobre el cual se articulaba y desarrollaba su acción político territorial era el desocupado de los grandes centros urbanos de nuestro país, que era expulsado del mercado laboral producto de la destrucción del tejido productivo industrial que se venia produciendo desde la ultima dictadura militar.
Nuestro modelo económico, político y social de desarrollo con inclusión asumió, como uno de sus principales objetivos la recuperación del trabajo entendiéndolo el mejor organizador social. Así vimos como se crearon mas de 5.000.000 de puestos de trabajo y se logro reducir el índice de desempleo al casi 7%. Esta contundente realidad social, provoco en muchas de estas organizaciones populares surgidas durante los años 90 una redefinición de su sujeto social a representar y a la vez sus prácticas político territoriales. Algunas encontraron nuevas formas organizativas en relación al trabajo y su vínculo con los procesos productivos, y en función de la nueva realidad económica resignificaron su accionar político territorial organizativo, comprendiendo políticamente que la profundización de este modelo implica vencer la desocupación en la Argentina. Asumieron inteligentemente la dimensión histórica de las transformaciones de la etapa que estamos transitando y comenzaron a redefinir su protagonismo político y su aporte al proyecto nacional, y en otras vemos que la crisis en la representación de su sujeto social la han transitado en modo contrario, perdiendo el norte, o para ser mas precisos encontrándo su representación en la derecha en el Congreso , en un autodenominado grupo A o "directamente en dialogo con su embajada en la Argentina”. Triste historia de alguna izquierda que llevaba en sus banderas los ideales del "CHE" por lo menos así lo expresaban, para terminar abonando a ser informantes del imperio. Especulación, oportunismo, falta de convicciones y sobre todo traición no a una persona sino a un proyecto colectivo, refrendado por casi el 50% de los Argentinos, que supo abrirles la puerta y apostar junto a ellos la realización de una Argentina soberana y con justicia social. Proyecto que demuestra en su permanente profundización más democracia, y más soberanía económica y política; leal a sus ideas, a sus convicciones y por sobre todo leal al voto popular.
Aprendamos de Néstor Kirchner, de su lealtad, de sus convicciones. En el acto de ayer rendimos nuestro homenaje a NÉSTOR y a su legado porque supo cristalizar como ninguno la liberación nacional y social de nuestro país desde el entendimiento que las presiones transformadoras van siempre de la mano del movimiento nacional al servicio de las mayorías populares.
*ALICIA KIRCHNER* Ministra de Desarrollo Social de la Nación
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