Gracias, muchas gracias; gracias Rosario; gracias Santa Fe; gracias argentinos.
Muy buenas noches la todos y a todas.
Señor Vicepresidente de la Nación; señor Gobernador de la provincia
de Santa Fe; señor Gobernador de la provincia de Santiago del Estero;
señora Intendenta de la querida ciudad de Rosario: gracias por haber
organizado este Bicentenario de la Fundación y Creación de nuestra
Bandera.
Yo también los quiero mucho a todos.
Quiero decirles que recién quienes me antecedieron en la palabra
hacían una semblanza del que yo considero uno de los padres de la
Patria. Dicen que madre hay una sola, pero esta Patria tiene varios
padres y Belgrano, sin lugar a dudas es uno de ellos.
Una vez más lo voy a repetir: es mi preferido, sin sus triunfos en
Salta y en Tucumán, hubiera sido imposible llevar adelante la lucha en
la guerra y en las batallas por la independencia. Rosario debe estar
orgullosa de que en sus barrancas se fundó un símbolo que es la decisión
de dejar de ser colonia, porque cuando se tiene bandera...
Recién, y quiero agradecer a quien interpretó a Manuel Belgrano y nos
invocó para el juramento, decía que tal vez, no era lo más importante.
Es que lo más importante que hizo Belgrano, como lo hicieron miles de
argentinos, como él decía, patricios, criollos, paisanos e indios, fue
la decisión de luchar por la Patria y por la libertad. Esas son las
decisiones que marcan a los hombres y a las mujeres a lo largo de su
vida.
Y él, que no era militar, él que era abogado y economista, no dudó en
tomar las armas para defender a la Patria. Y claro, claro que
molestaba, si hasta lo habían ordenado retirarse. Si hubiera sido por el
Triunvirato, batallas como las de Salta y Tucumán, no hubieran tenido
lugar. Fue su coraje, su valentía, su patriotismo y lo que tiene que
tener un hombre o una mujer en un país, la decisión de defender las
convicciones y los valores.
Esta bandera que es maravillosa, es la verdadera bandera original,
con su barra celeste en el medio. Yo vi la original, la tiene Evo en
Bolivia, donde están los restos de Juana Azurduy, está la Bandera Macha
ahí, manchada de sangre, de sangre en la batalla de la lucha por la
Independencia.
Yo también quiero abrazarlos a ustedes muy fuerte y necesito también
que me abracen muy fuerte, porque el que siempre me rodeaba con sus
brazos, ya no está más.
A 200 años de aquel acto histórico que hoy estamos conmemorando desde
aquí desde Rosario, pero con todos los argentinos, subsisten aún para
vergüenza del mundo enclaves coloniales en 16 países del mundo. Uno es
aquí, el nuestro, en nuestras Islas Malvinas.
Por eso, recordar a Malvinas aquí, recordar a Malvinas, ratificar una
vez más esta causa regional y global, que no solamente es de integridad
territorial, que no solamente es de historia, es también la defensa de
nuestros recursos naturales a los que tenemos derechos como ciudadanos y
en virtud de normas emanadas de organismos supranacionales de los que
todos formamos parte.
Pero además, mis queridos rosarinos, acá también han pasado cosas. Yo
me acuerdo de otros aniversarios y otros 20 de junio donde una vez le
pregunté al anterior gobernador por qué estaba esa reja en ese monumento
de Belgrano. Hay una puerta muy pequeña allá en la cima, en la cúspide
del monumento que está enrejada. Hubo que enrejarla porque desde allí se
suicidaron muchos ex veteranos y combatientes de Malvinas, desde
nuestro Monumento a la Bandera casi como un homenaje póstumo.
Por eso también le rendimos hoy homenaje a todos y cada uno de ellos
que fueron a las islas a combatir; homenaje justo a ellos, a los pibes, a
los que muchos, sin instrucción, sin ropa y sin comida, defendieron y
entregaron su vida, a ellos también los recordamos hoy.
Pero en 200 años también hay otras formas de colonia. Porque, qué es
el término “colonizar”, es dominar. La psicología del colonizador sobre
el colono, es la subordinación física, intelectual y económica; esa es
la verdadera colonización. No crean que la colonización se expresa
únicamente a través de la dominación militar. Eso fue en los
anacronismos del colonialismo de fines del siglo XIX y parte del siglo
XX.
Pero yo recuerdo aquel 2003, cuando ese que ustedes dicen que vive y yo estoy segura porque lo recuerdan millones de argentinos en sus corazones, llegó también a una patria colonizada, dominada por los agentes y sectores económicos que desde afuera y desde adentro la habían devastado. Y allí se lanzó, sin medir costos y consecuencias como siempre lo hizo, a la tarea titánica de generar millones de puestos de trabajo, de volver a recuperar a la industria, de volver a la negociación colectiva, a las paritarias, al salario mínimo, vital y móvil que ha crecido un 1.050 por ciento desde el año 2003 a la fecha, a construir rutas, viviendas.
Pero yo recuerdo aquel 2003, cuando ese que ustedes dicen que vive y yo estoy segura porque lo recuerdan millones de argentinos en sus corazones, llegó también a una patria colonizada, dominada por los agentes y sectores económicos que desde afuera y desde adentro la habían devastado. Y allí se lanzó, sin medir costos y consecuencias como siempre lo hizo, a la tarea titánica de generar millones de puestos de trabajo, de volver a recuperar a la industria, de volver a la negociación colectiva, a las paritarias, al salario mínimo, vital y móvil que ha crecido un 1.050 por ciento desde el año 2003 a la fecha, a construir rutas, viviendas.
Si tuviera que conjugar, diría, a reparar, a recuperar el Estado, a
reparar derechos de jubilados, de trabajadores, de gente que había caído
a la vera del camino, un 25 por ciento de los argentinos carecía de
trabajo, sin obra pública porque era considerada gasto y había
imposibilidad de hacerla; con el Fondo Monetario diciéndonos qué es lo
que había que hacer; y en el año 2005, ¡Dios mío!, Dios nos debe haber
iluminado, le dijo, “no al ALCA”. Solamente Dios puede imaginar cuál
sería nuestro destino hoy si no hubiéramos tenido esa decisión, como fue
también la de pagar al Fondo Monetario Internacional para que en la
Argentina la economía la vuelva a conducir el presidente de la República
Argentina y no desde afuera.
Cada una de las cosas que fuimos recuperando, desde las jubilaciones,
desde las pensiones, desde la Asignación Universal por Hijo, verdadero
ejemplo de programa social, único en el mundo, con la participación en
su Producto Bruto que destina sin intermediación política de nadie. Ya
nadie necesita pedirle al político de turno nada; con su tarjeta y a
condición de que su hijo vaya al colegio, a un colegio donde los chicos
volvieron a aprender y no a comer. Hemos inaugurado ya el colegio 1.318,
1.318 escuelas en todo el país, repartido casi 2 millones de netbooks a
docentes y alumnos.
Nuestras universidades cuyos profesores y sus salarios daban
lástima, hoy son reconocidos con una parte importantísima de nuestro
Presupuesto igual que nuestros científicos, 870 científicos repatriados
al país. La producción y la industria en su período de crecimiento más
importante y el país en su crecimiento más importante también.
Digo, si tuviera que hablar hablaría de recuperar, de preparar, de
producir, de invertir y también de pagar, porque hasta eso también
tuvimos que hacernos cargo, de pagar una deuda que no habíamos generado.
Este año estamos terminando, argentinos y argentinas, y lo digo para
que aquellos que decían no pagar la deuda externa, estoy hablando no de
la deuda externa, estoy hablando además de esa que renegociamos y que
hoy es un modelo para muchos países del mundo; estoy hablando de la
deuda interna.
Este año, este gobierno termina de pagar el BODEN 12. Ustedes dirán
qué es el BODEN 12. Yo les cuento que es: es el “corralito”, son los
miles de millones de dólares de los argentinos que tenían depositados en
los bancos y los pagamos nosotros, no los bancos ni los gobiernos
anteriores.
Este año terminamos de pagar, desde el año 2005 a la fecha, en 8
cuotas, 19.541 millones de dólares que les devolvimos a los argentinos
que tenían dólares en los bancos.
Por eso digo que hay que ser solidarios para con aquellos argentinos
que nunca vieron un dólar en su vida ni nunca fueron a un banco, y
seguir trabajando con fuerza por la patria.
Esos son los homenajes que querría Belgrano, esas son las acciones
que querría San Martín y Néstor, es que é las hizo, es que él las hizo.
Y claro que faltan cosas, tenemos que volver a tener un sistema de
ferrocarriles en la República Argentina, tenemos que volver a tener y
quiero en esto, si ustedes me permiten, en esta tragedia que enlutó hace
días al país, tragedia que tiene nombres y apellidos como todos los que
se van, como el hijo de Jesusa, que vive en Esteban Echeverría, con los
3 hijos que le quedaron; el pibe de 15 años al que le había dado 10
pesos para que con su tarjeta de SUBE, sí, esa bendita tarjeta de SUBE
que me ha costado 3 años poder montar para poder controlar exactamente
qué es lo que pasa en cada uno de los subsidios, tener exactamente y
comenzar con una etapa nueva donde se subsidie al usuario y no a las
empresas. Pero todo cuesta, porque todas son trabas, todos son palos en
la rueda por donde vayas, son muchos los intereses.
Les contaba de Jesusa, su marido, su ex marido, el padre del chico
porque ella está separada, encontró al chiquito de 15 años al otro día,
casi 48 horas después en la morgue, y vino a pedirnos ayuda porque
estábamos con él apoyándolo, buscando a su hijo. Nos pidió ayuda y
fuimos allí con 2 psicólogos del Ministerio de Desarrollo Social; no se
animaba a decirle a su madre que su hijo no iba a volver; es muy
terrible la muerte. Créanme que no tiene reparación; créanme que crea un
vacío y una ausencia terrible.
La historia de José que perdió a su mujer, a su madre y a su hijo de 3
años y tuvimos que estar allí junto a él, viajó a Paraguay el cadáver
de su madre para ser enterrada allá porque era paraguaya; o Francisco,
ese sereno de Merlo con 10 hijos, único sostén y su madre con una
pensión por ser madre de 7 hijos que se está recuperando, lo tuvimos
primero en terapia intensiva en el Argerich, ahora lo tenemos en terapia
intermedia; de Lucas, que fue encontrado por su padre, un trabajador de
la televisión pública que buscó imágenes después de que el juez había
clausurado porque ya no había más nada que buscar; él siguió con el
mismo empecinamiento que otras madres que siempre buscan al hijo. Todas
las madres y todos los padres siempre buscamos a los hijos.
Yo quiero decirles a todos ellos y al resto de los argentinos, a los
40 millones de argentinos, a los que me quieren y a los que no me
quieren, que saben que voy a tomar las decisiones que sean necesarias
una vez que la Justicia decida.
Pero le pido algo a esta Justicia, le pido algo encarecidamente: esta
pericia para determinar los responsables directos e indirectos, no
puede durar más de quince días.
No le estoy poniendo plazo a nadie, por favor. Que nadie titule mañana “La Presidenta le puso plazos a la Justicia”.
Los 40 millones de argentinos y las víctimas necesitan saber qué es lo que pasó y quién es el responsable.
No esperen de mí jamás, ante el dolor de la muerte, ante la tragedia,
la especulación de la foto o del discurso fácil, porque sé lo que es la
muerte y sé lo que es el dolor y no tolero a los que quieren
aprovecharse de tanta tragedia y de tanto dolor.
No esperen de mí actos demagógicos ni facilistas. Nunca lo hice ni lo
voy a hacer y menos aún ante la muerte. Con la muerte no, les pido por
favor, con la muerte no, con cualquier otra cosa…
Miren que tengo el cuero duro, miren que he aguantado los
calificativos, los insultos y los agravios que nadie, ningún dirigente
ni ningún presidente han soportado. Pero me da mucha pena que se
especule con estas cosas.
He leído en algunos diarios algunos artículos de algunos periodistas
que comparaban a ciertos personajes con cuervos o buitres. No estoy de
acuerdo, porque los cuervos y los buitres son animalitos que creó Dios
para el orden ecológico y natural. No humillemos ni a los cuervos ni a
los buitres. Los que piensan, los que han sido como hombres creación de
Dios, a los que Dios nos ha dado el don de pensar, el don de sentir, el
don de entender, el don de crear, no podemos comportarnos de manera tan
miserable.
Por eso les pido a todos que seamos respetuosos del dolor y también
decirles que la muerte es irreparable, no hay nada que pueda repararla.
Es mentira cuando dicen que el tiempo te hace olvidar, es mentira. Cada
vez uno se acuerda más, cada vez se siente más ausencia. Pero en este
caso, lo que sí tendrá que haber es justicia de una buena vez y para
siempre.
Es también parte de esta Argentina y de estas cosas que nos faltan
hacer, que hemos hecho muchas. Porque yo quiero recordarles a los que
viajaban en los trenes en el 2003, a los que viajaban, porque la mayoría
no viajaba porque no tenía adónde ir. Uno viaja cuando tiene que ir a
trabajar; uno viaja cuando tiene que ir a estudiar; uno viaja cuando
tiene que ir a comprar algo o a hacer un trámite. Cuando no hay trabajo,
cuando no hay producción, cuando no hay estudio, no hay camión, no hay
auto, no hay tren ni hay micro que te lleve a ninguna parte porque no
hay lugar adónde ir.
Por eso les digo que todavía nos faltan cosas, pero no solamente
allí. También nos faltan en sectores claves de la economía como la
energía.
Hemos hecho obras por más de 20 mil millones de dólares. Ahí está
Yacyretá terminada; ahí está Atucha II terminada, usinas aquí,
generadoras en Santa Fe y en todo el país. Obras que nos han permitido
generar más de 8 mil megavatios que son los que han sostenido el
crecimiento de la producción. Si no, desde dónde podemos producir.
Tenemos los fierros porque hemos invertido…¡Por Dios, nadie se
confunda! Estoy hablando de los fierros de las usinas. No, mañana…sino…
Construimos los fierros, usinas, generadores, transportadores, líneas
de alta tensión, el NEA-NOA de punta a punta con la línea de 500
kilovatios. Estamos llegando a la punta de la Argentina continental,
allá al Estrecho de Magallanes, con otra línea de 500 para
definitivamente comunicar eléctricamente a todo el país.
Pero no manejamos el combustible, no manejamos la generación y entonces tenemos que estar importando 10 mil millones de dólares.
Yo me preguntaba cuántas cosas podríamos haber hecho con esos 19.541
millones de dólares, les doy la cifra para que ustedes la tengan nada
más.
El Belgrano Cargas, ese magnífico ferrocarril que estoy segura vamos a
poder realizar porque estamos trabajando para su financiamiento y su
construcción que vincula 14 provincias, entre ellas, Santiago del Estero
y también Santa Fe, sale 2.700 millones de dólares, financiado a muchos
años.
¿Saben cuánto tuvo que pagar él en el año 2006 y 2007 por ese famoso
corralito? Tres mil millones de dólares cada año. Ya tendríamos, por lo
menos, dos Belgrano Cargas enteros hechos y en funcionamiento.
Lo mismo si no tuviéramos que importar. ¿Cómo puede ser que en la
Argentina, con una plataforma y con yacimientos, tengamos que importar
10 mil millones de dólares en combustibles?
Pero además, aún así, hemos logrado tener lo que muy pocos países
tienen hoy en el mundo que es una balanza comercial superavitaria. ¿Y
saben por qué? Porque ha crecido mucho también la exportación de
productos manufacturados industriales, de valor agregado, porque ha
crecido el mercado interno.
Por eso, yo hablo de esta nueva etapa de sintonía fina. Pero hablo de
que toquemos y que analicemos y abordemos todos y cada uno de los
problemas con seriedad y profundidad. Si no hemos hecho más, es porque
no nos ha alcanzado la plata que tenemos para hacerlo. Porque las cosas,
argentinos, y ustedes lo saben mejor que nadie, se hacen solamente con
recursos, no hay otra forma. Por eso hablo de lo que hemos hecho, de
construir, de producir, de invertir y de pagar, porque también tuvimos
que pagar. Conseguimos una quita que ahora están pensando aplicar en
otros países del mundo.
Me recuerdo cuando lo denostaron como nadie adentro, inclusive, por
la oferta que él hizo para poder pagar. Él decía que los muertos no
pagan, que había que vivir, que había que poder producir y trabajar y
crear para poder pagar. Y tenía razón, aquí está la Argentina de pie, en
un marco de crisis internacional sin precedentes, luchando a brazo
partido para mantener el crecimiento, el desarrollo y el trabajo. Hemos
descendido a 6,7 en la desocupación. Pero tenemos que seguir trabajando
porque el trabajo en negro todavía es alto, todavía hay casi un poco más
de un tercio de argentinos que está siendo explotado porque trabaja y
no está registrado y no tiene obra social…
Muchas veces, para ir por todo, es necesario también que todos
entiendan todo. Porque sino, ¿sabés qué te pasa? A mí me pasó: cuando se
dieron cuenta que se habían equivocado, inclusive los que creían que
iban a ser perjudicados, ya era demasiado tarde.
Pero no es hora en estos maravillosos 200 años y en esta maravillosa
fiesta de Rosario de recordar conflictos que afortunadamente hemos
superado. Y yo le pido a todos los argentinos, desde el lugar en que
están, que miren un poco a su alrededor, sobretodo aquellos que tienen
trabajo registrado, aquellos que tienen la dicha de saber que se
levantan todos los días y que le abren la puerta de la fábrica o del
taller o de la escuela, a los del sector público que además tienen la
suerte de la estabilidad que no tiene ningún otro sector de la actividad
económica porque cuando las papas queman comienzan a despedir gente.
Pero el sector público de pie aguanta a sus docentes, a sus
universitarios, a sus empleados.
La presencia del Estado y defender el Estado, es también defender la
bandera, sino, ¡qué corno es la bandera si no es el Estado con todos los
40 millones de argentinos adentro!
Estoy harta de los que me hablan de eslóganes y consignas únicamente.
Yo quiero que colaboren activamente, que se cuiden a ustedes mismos. No
se los pido por el Gobierno ni por esta Presidenta, se los pido por
ustedes y por la patria, como dijo recién alguien. Pero por ustedes,
porque ustedes son la patria. La patria no es un término vacío, no es un
término vago y genérico, la patria es el territorio con los 40 millones
adentro.
Por eso, por todas las cosas que hemos logrado, por todas las que
faltan hacer y que no tengan ninguna duda, estoy decidida como siempre
he estado decidida, a seguir avanzando en el proceso de transformación
de la patria, yo quiero decirles a todos que juntemos nuestras manos,
pero fundamentalmente, ejercitemos nuestros pensamientos, nuestras
libertades, nuestro derecho a disentir y a opinar, pero sabiendo que
siempre tiene que haber un punto en donde podamos llegar a un acuerdo
como, por ejemplo, esta política nacional, global y regional por
nuestras Malvinas, que ya ha dejado de ser política de Estado, es causa
global porque representa a la defensa de los recursos.
Yo quiero…Vamos a ir a las Olimpíadas con nuestra bandera argentina orgullosamente levantada para que no digan que somos…
Tenemos que aprender de las cosas que nos pasaron; tenemos que ser
más inteligentes, tenemos que ser más comprensivos, tenemos la
obligación de no equivocarnos en ninguna de las decisiones que tomemos
porque si nos equivocamos, va a ser tomada, precisamente, para ser usada
en nuestra contra.
Ahí está lo que pasó y cómo nos tienen desde aquel 2 de abril. El
justificativo para no sentarse a cumplir con la resolución de Naciones
Unidas.
Por eso, a rajatabla, respetando el Derecho Internacional e
impulsando en cada foro la defensa de nuestros derechos. Y aquí adentro,
impulsando la defensa de lo conquistado e impulsando también la
construcción de pensamiento crítico y de convicciones del resto de los
argentinos de que es necesario seguir avanzando por un camino donde la
producción, la creación del trabajo, la justicia, la equidad y la
igualdad sean las grandes banderas.
Y Belgrano levantó una réplica de esta bandera que está allá en
Bolivia por la libertad, como nos dijo recién, montado en un caballo.
Nosotros enarbolemos esta bandera por la equidad y por la igualdad, que es la mejor manera de ser libres todos los argentinos.
Muchas gracias, gracias Rosario, gracias Santa Fe, gracias por ese
maravilloso Bicentenario de la patria que es el Bicentenario de la
bandera, de Belgrano, de sus ideales, de sus luchas.
Muchas gracias a todos por el cariño, por el amor y por el afecto. Yo voy a estar siempre junto a ustedes desde cualquier lugar.
Gracias.
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