martes, 21 de febrero de 2012

* Nostalgias de Carnaval *




Los Carnavales siempre me traen nostalgia, quizás porque tuvieron tanto que ver con mis raíces y mi historia. Mis abuelos se conocieron en un baile de Carnaval de los Bomberos Voluntarios de Dominico allá por el ‘30. Y mis viejos en un baile de Carnaval en el Club del barrio en el ‘54.


Cuando mis hermanas y yo éramos chicas, los Carnavales eran una fiesta muy esperada durante todo el año, contábamos los días que faltaban para que llegara. Lo más divertido era a la hora de la siesta jugar “al agua” con los chicos y chicas del barrio. Este juego consistía en tirarnos baldazos de agua o bombitas de agua, en cualquier momento y cualquier lugar. Y era sexista: varones contra mujeres y viceversa. Era imposible caminar por las veredas a esa hora sin terminar empapado/a, no importaba si ibas a comprar, o estabas vestida de fiesta, era sabido que en esos días, a esa hora estaba permitido y no había quejas ni ruegos que valiesen para quedar a salvo.

Alrededor de las 18hs todos corríamos a nuestras casas a bañarnos, porque comenzaba la hora de los disfraces. Las nenas, soñábamos con esas tardes porque era el único momento del año en que nos permitían maquillarnos los ojos con delineador y rímel, y los labios de rojo brillante… Y así salíamos a caminar por el barrio, cada uno disfrazado de lo que podía. La mayoría inventaba disfraces con lo que había en casa, aportándole muchísima imaginación (que entonces nos sobraba) un vestido de mamá con un cinturón importante, o un poco de papel crepe y collares de colores y aros gigantescos, se convertían en bellísimos trajes que orgullosamente lucíamos por doquier. 
- Carnavales de 1975 -

Y a la noche todos los vecinos concurrían a los bailes familiares en el Club del barrio (el Deportivo del Sud, o el América del Norte). Y ahí estábamos todos, grandes y chicos, abuelos, padres, hijos y nietos disfrutando todos juntos. Cada familia hacia como podía, algunos llevaban comida de sus casas, y otros compraban en el buffet del Club. Muchos brindis, mucho baile, salpicado con “espuma”, serpentina y papel picado y aun los vecinos que durante el año peleaban, esas noches hacían tregua para compartir los Carnavales.

Porque eso tenían los Carnavales: unían a la gente y servían para conocer a tus vecinos, y compartir.  Todo en un clima de alegría y comunión incomparables.

Ya de adolescentes, lo verdaderamente importante eran los bailes. La mayoría de las chicas solo teníamos permiso para ir a bailar por primera vez en Carnavales. Recuerdo aquellos primeros bailes en “Regatas de Avellaneda ”, con mis compañeras del Secundario. Semanas de preparativos, mil promesas a mis viejos para que me dejaran ir, (porque siempre debía alguna materia para marzo), las interminables llamadas telefónicas con mis amigas consultándonos que nos íbamos a poner, las averiguaciones previas sobre “quien” iba a ir, sobre todo si “él” iba a estar…Y después de tantos preparativos, al fin la “gran noche” del Sábado de Carnaval, hermosa música, baile, charlas, alguna que otra tenia suerte y “él” la sacaba a bailar, y entonces se coronaba la noche de gloria. Y a la salida, ya de madrugada, caminar cantando y con los tacos en la mano hasta la Estación de Avellaneda a esperar el colectivo a casa.

Mucho de eso se perdió después de la Dictadura Militar del 76, que de un saque y a poco de asumir, suprimió los feriados de Carnaval. Vivíamos en estado de sitio y estaba prohibida toda manifestación popular. Tampoco había ánimo en la gente ni alegría ni nada que festejar. 

Y así poco a poco se fue perdiendo la esencia de esta fiesta tan cercana a nuestra identidad cultural y con ella la posibilidad de disfrutar de la vida en comunidad. Se coló en los barrios la desconfianza, aún entre aquellos que se conocían de toda la vida. Todos encerrados en sus casas, espiando por la ventana lo que pasaba en la calle. La solidaridad dio paso al “en algo andaría”.

Cuantas cosas nos arrebataron entonces...

Hoy después de 35 años, celebro la recuperación de estos feriados de Carnaval, que nos devuelven parte de nuestra identidad como Pueblo y la alegría de nuestras tradiciones. Espero y deseo que en los barrios se revivan aquellos hermosos días en que todos nos sentíamos protagonistas y parte de nuestro lugar en el mundo, eso que siempre recordare con nostalgia.





1 comentario:

  1. Lo que son las casualidades!!, termino de escribir en mi blog algo sobre el carnaval y recorriendo los blogs cumpas, me encuentro con el tuyo que toca el mismo tema, lo que no es raro ya que estamos en la fecha, pero si me llamò la atenciòn de que tanto tu entrada como la mia utilizan en su tìtulo la palabra nostalgia, sera que uno se està viniendo viejo?
    me gusto tu blog, no tenìa el gusto de conocerlo.
    saludos desde las tierras arenosas

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails