sábado, 10 de julio de 2010

*Palabras de PERÓN sobre el Clero y la Iglesia*


“Recuerdo, por ejemplo, la lucha sistemática contra la persona y contra la obra social de la Sra. EVA PERON y de su benemérita Fundación, la campaña de calumnias y difamaciones de que fueran objeto las mujeres del Partido Peronista Femenino, campaña carente de todo espíritu cristiano y totalmente injusta; las actitudes de numerosos miembros del clero que se negaron a satisfacer los deseos del Pueblo cuando este trato de realizar oficios religiosos por la salud o en memoria de la señora EVA PERON; el desprecio por la organización obrera que se agrupa en la Confederación General del Trabajo; las campañas organizadas contra la posición ideológica del Movimiento Peronista, posición de paz para la reconciliación del mundo; la predica de rumores destinados a lograr el desprestigio de los hombres de gobierno mediante las mas dispares acusaciones; las campañas tendientes a crear el descrédito del Gobierno en el exterior de la Republica; los ataques injustificados contra las organizaciones juveniles y las mas infames calumnias contra las actividades que ellas realizan a puertas abiertas”
* JUAN D. PERON, Diario La Prensa, 14 de junio de 1955.

El gobierno de JUAN D. PERÓN, envío tres proyectos de ley históricamente postergados: la ley de divorcio, la ley de hijos naturales y el proyecto para separar la Iglesia del Estado.
La ley de hijos naturales fue defendida por Perón en estos términos:


“El numero de hijos naturales […] era muy grande en la Argentina. La Ley prohibía investigar la paternidad de un hijo en estas condiciones. Oficialmente, no tenían padre, carecían de todo derecho: eran muertos civiles. Todavía peor: sus documentos decían: “hijo natural”, escrito con tinta colorada, es decir: hijo de madre soltera que es casi como decir “hijo de puta” […]. ¿Quién podía oponerse a una ley mas justa?. A pesar de ello, muchos sacerdotes se lanzaron a una abierta campaña opositora”


“Estos son, señores, algunos de los hechos que la oligarquía clerical, el clero político y los dirigentes clericales de naturaleza civil produjeron para reconocer con tanta ingratitud toda nuestra acción positiva de gobierno a favor del desarrollo espiritual de nuestro pueblo. […] Si algunas leyes sancionadas por el Congreso de la Nación, no satisfacen a las minorías, no creemos que el camino de rectificarlas sea precisamente el de provocar desordenes y alterar la paz. Desconocer el derecho del Pueblo de decidir su propia legislación a través de sus representantes legales es un alzamiento contra la Constitución y la ley, que no puede conducir ni a la paz ni a la tranquilidad”
*JUAN D. PERON, Diario La Prensa, 13 de Junio 1955.


En el bombardeo a la Plaza de Mayo del 16 de Junio de 1955, los aviones atacantes llevaban pintadas en sus colas una “V” y una cruz, que señalaban “CRISTO VENCE”. En la Plaza, además de apurados transeúntes, había familias que se disponían a presenciar el desfile aéreo. Las primeras bombas cayeron a pocos metros de la Pirámide. Sobre la Casa Rosada los golpistas arrojaron en total 29 bombas, de entre cincuenta y cien kilos cada una. Otra de ellas destrozo un trolebús repleto de pasajeros.

En Plaza de Mayo y sus alrededores quedaron los cuerpos de 355 civiles muertos, y los Hospitales colapsaron por los más de 600 heridos. Se había perpetrado el peor ataque terrorista de la historia argentina.




Amenazados en su poder temporal y sus intereses materiales, los dignatarios de la Iglesia, ayudados por militantes de Acción Católica Argentina, han intentado emprender, sobre todo en los ambientes sindicales y con el apoyo de la oposición, una obra de subversión política y han predicado desde el pulpito el recurso de la guerra civil. Estas maniobras clandestinas ilegales, promovidas por sacerdotes que son funcionarios del Estado, por que el Estado les paga, y que se valen para su propaganda de las facilidades que el Estado les acuerda, no las podemos tolerar, como ningún otro que se preocupe del orden y del respeto de los ciudadanos podría tolerar todo lo que no es la expresión legal de la opinión publica. La Iglesia habrá aceptado el régimen peronista por razones de oportunidad, pero manteniendo siempre clandestinamente sus relaciones con la oligarquía de la oposición, aprovechando cualquier pretexto en defensa de sus privilegios, para transferir la lucha sobre el terreno político.”
*JUAN D. PERON, 18 de Junio 1955, Obras Completas, tomo XIX.


“Cuando llegué al gobierno de mi país, había gente que ganaba 20 centavos por día, peones que ganaban 15 pesos al mes. Se asesinaba a mansalva en los ingenios azucareros y los yerbatales, con regimenes de trabajo criminales. En un país que poseía 45 millones de vacas, los habitantes se morían de debilidad constitucional. La previsión social era poco menos que desconocida y las jubilaciones insignificantes cubrían solo a los empleados públicos y a los oficiales de las Fuerzas Armadas. Instituimos jubilaciones para todos los que trabajan, incluso para los patrones. Creamos pensiones para la vejez y la invalidez, desterrando del país el triste espectáculo de la miseria en medio de la abundancia […]. Cuando llegue al gobierno ni alfileres se hacían en el país. Lo dejo fabricando camiones, tractores, automóviles, locomotoras, etc. Dejo recuperados los teléfonos, los ferrocarriles y el gas, para que vuelvan a venderlos otra vez. Les dejo una marina mercante, una flota aérea […] Esta revolución como la de 1930, también septembrina, representa la lucha de la CLASE PARASITARIA contra la CLASE PRODUCTORA. La oligarquía puso el dinero, los curas, la predica; un sector de las Fuerzas Armadas, dominado por la ambición, y algunos jefes pusieron las armas de la Republica. En el otro bando están los trabajadores, el pueblo que sufre y produce. La consecuencia es una dictadura militar de corte OLIGARQUICO-CLERICAL”.
*JUAN D. PERON, Diario El Dia, de Montevideo, 5 de Octubre de 1955.


PERON Y LA IGLESIA

 

BOMBARDEO A PLAZA DE MAYO

1º PARTE




2º PARTE


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