Por
“La memoria ayuda a entender el presente.
Atar cabos, reconocer figuritas repetidas, desterrar malas costumbres,
construir camino nuevo… Hubo una vez, un estado terrorista que manchó de muerte y sinrazón nuestra tierra.
El 24 de marzo no es una fecha más, no es memoria fofa ni feriado ni festejo.
Es presente incompleto que merece ser cambiado, superado, transformado.”
(*Daniel Mancuso*, Docente)
Atar cabos, reconocer figuritas repetidas, desterrar malas costumbres,
construir camino nuevo… Hubo una vez, un estado terrorista que manchó de muerte y sinrazón nuestra tierra.
El 24 de marzo no es una fecha más, no es memoria fofa ni feriado ni festejo.
Es presente incompleto que merece ser cambiado, superado, transformado.”
(*Daniel Mancuso*, Docente)
“Los pueblos sin memoria son condenados a repetir la historia”
Frente a algunas voces que se alzan hoy,
cuestionando la mirada actual sobre el pasado, resulta imprescindible
poner en claro, el por qué es necesario mantener la MEMORIA viva de este
capitulo trágico de nuestra historia.
Durante tantos años de democracia, han
tratado de silenciar y ocultar la verdadera historia, esperando que en
algún momento todo se diluya, y la gente poco a poco, la olvide. Pero
solo con JUSTICIA que dé luz sobre la VERDAD de lo ocurrido, será
posible dejar atrás tanta oscuridad vivida.
Resulta llamativo que justo ahora en que
por fin después de tantos años de lucha, cuando los juicios a los
responsables de la dictadura se están llevando a cabo, gracias al apoyo y
la decisión política del Gobierno Nacional, y se empiezan a encarcelar a
algunos de los responsables del genocidio, haya quienes reclamen otra
vez por el olvido.
Esta JUSTICIA se está alcanzando recién
HOY, como resultado de la falta de valentía, de la debilidad o
complicidad de nuestros gobiernos anteriores, que creyeron que todo se
resolvía con las leyes de punto final, obediencia debida y los indultos.
Y es claro, que no se puede construir el futuro que merecemos sin
saldar las cuentas con la historia.
Aún falta mucho camino por recorrer: los
responsables civiles también son responsables y cómplices y deben ser
juzgados como tales. Los crímenes cometidos con fines económicos, como
la apropiación de empresas mediante la desaparición de sus legítimos
dueños, deben ser investigados, juzgados y castigados.
Falta todavía la aparición de los mas de
cuatrocientos nietos sin encontrar, nacidos en cautiverio, que aún
permanecen cautivos y viven sin saber quiénes son, en un crimen
IMPRESCRIPTIBLE, que continúa cometiéndose con ellos y con sus hijos,
las generaciones siguientes, que desconocen su verdadera historia y a
los que se les está vulnerando el derecho a conocer su identidad.
El derecho a la identidad es un derecho
humano y como tal irrenunciable. Es tan importante como el derecho a la
vida, a la libertad y a la integridad física. Nadie puede decidir si
quiere o no ejercer ese derecho, y es el Estado el responsable de
garantizarlo y preservarlo.
Hablar de “revancha” o “resentimiento”,
cuando durante tantos años de injusticia la lucha de familiares de
desaparecidos y organismos de derechos humanos, ha sido pacífica, y de
paciencia infinita, sin que haya habido ni un solo intento de justicia
por mano propia, es cuanto menos una CANALLADA.
No es cierto que haya habido una
“guerra” y que existieran dos bandos, y en el medio, una sociedad
“inocente” que miraba. Aquí se utilizo el fantasma del terrorismo, que
ya en el 76 era minúsculo y estaba debilitado y vencido, para someter a
TODA la SOCIEDAD a un proceso económico, que no hubiera podido
instaurarse de no ser por el terror y la represión. Todos fuimos
VICTIMAS de la DICTADURA.
“La dictadura militar no sólo nos
dejó 30 mil desaparecidos, sino también un quiebre social, económico,
político y moral que todavía hoy nos cuesta remontar, una sensación de
abandono por los sueños colectivos, un desprecio por la vida humana, una
sociedad fragmentada, niveles de desigualdad nunca conocidos en nuestra
sociedad, una destrucción del aparato industrial y una sensación de
vacío moral que aun todavía parece no tener fin, fracturas que la
democracia con luces y sombras, a los tumbos ha ido dando algunas
respuestas y a otras no”.
(*Diego Alberto Navarro*, Licenciado en Ciencias Políticas)
(*Diego Alberto Navarro*, Licenciado en Ciencias Políticas)
Recordemos que paso en esta fecha:
El 24 de Marzo de 1976,
las Fuerzas Armadas tomaron el poder del Estado a través de las armas
asestando un golpe de estado al gobierno constitucional de Isabel
Martínez de Perón, que es detenida y confinada en Neuquén.
El “Órgano Supremo del Estado”,
integrado por los tres comandantes en Jefe (del Ejercito, Tte. Gral.
Jorge Rafael Videla; de la Armada, Alte. Eduardo Emilio Massera y de la
Fuerza Aérea, el Brigadier Orlando Agosti), asumió el poder y designó
como presidente de facto a Jorge Rafael Videla, dando comienzo el
autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” y a la Dictadura mas
sangrienta que ha sufrido nuestro país.
Su propósito declarado era el de “acabar
con la subversión”, y con eso se referían no solo a la guerrilla, que
ya estaba debilitada y en retirada, sino a toda forma de movilización
popular, de protesta, de reclamo o de critica. Se desarrolló un proyecto
planificado, dirigido a destruir toda forma de participación
popular. Pero el verdadero motivo fue la instauración de un modelo
económico basado en el liberalismo monetario (neoliberalismo), que era
apoyado por bancos extranjeros y organismos internacionales.
El funcionario encargado de cumplir el
plan económico de los militares fue José Alfredo Martínez de Hoz. Puso
fin al Estado intervencionista, a la protección del mercado interno y al
subsidio a empresas. Se congelaron los sueldos. Se dejó actuar al
mercado libremente. Los resultados finales fueron desastrosos. Hubo un
gran endeudamiento externo, las industrias quebraron y, al finalizar la
dictadura, se desató la inflación.
El método que eligieron para llevarlo a
cabo fue la instauración del TERROR. El terrorismo de Estado, o sea, el
sistema de secuestros, torturas, asesinatos y apropiación de bebes, fue
prolijamente planificado desde el poder. El régimen militar puso en
marcha una represión implacable sobre todas las fuerzas democráticas:
políticas, sociales y sindicales, con el objetivo de someter a la
población mediante el terror de Estado para instaurar terror en la
población y así imponer el “orden”, sin ninguna voz disidente.
Los grupos de tareas eran los encargados
de secuestrar a la gente y trasladarla a centros clandestinos de
detención. Los secuestros y asesinatos no eran declarados y las
victimas de esta barbarie, pasaron a ser “desaparecidos”. Una
desaparición encubre la identidad de su autor. Si no hay preso, ni
cadáver, ni víctima, entonces nadie presumiblemente es acusado de nada.
Esa dictadura sangrienta se llevó por delante los derechos humanos del
pueblo y la vida de 30.000 argentinos.
La composición de las desapariciones
fue: 30% Obreras/os; 21% estudiantes; 17% empleados/as; 10%
profesionales; 5,7% docentes; 5% autónomos/as; 3,8% amas de casa; 2,5%
Conscriptos y personal subalterno de las fuerzas de seguridad; 1,6%
periodistas; 1,3% religiosos/as.
Algunas de las acciones realizadas por la Junta Militar, fueron:
-Suprimir los derechos y garantías constitucionales de todos los argentinos.
-Suspender la actividad política.
-Suspender los derechos de los trabajadores.
-Intervenir los sindicatos.
-Prohibir las huelgas y manifestaciones.
-Disolver el Congreso.
-Disolver los partidos políticos.
-Destituir a la Corte Suprema de Justicia.
-Intervenir la CGT.
-Intervenir la Confederación General Económica (CGE).
-Suspender la vigencia de todos los Convenios Colectivos de Trabajo.
-Clausurar locales nocturnos.
-Quemar miles de libros y revistas considerados “peligrosos”.
-Censurar todos los medios de comunicación.
-Realizar toda clase de actos aberrantes y delitos de lesa humanidad como torturas en centros clandestinos de detención y muertes ejecutadas por miembros de las fuerzas armadas. También la apropiación sistemática de niños, muchos de los cuales nacieron en los centros clandestinos y fueron inscriptos como hijos de los represores, otros fueron vendidos y muchos abandonados en institutos.
-Suspender la actividad política.
-Suspender los derechos de los trabajadores.
-Intervenir los sindicatos.
-Prohibir las huelgas y manifestaciones.
-Disolver el Congreso.
-Disolver los partidos políticos.
-Destituir a la Corte Suprema de Justicia.
-Intervenir la CGT.
-Intervenir la Confederación General Económica (CGE).
-Suspender la vigencia de todos los Convenios Colectivos de Trabajo.
-Clausurar locales nocturnos.
-Quemar miles de libros y revistas considerados “peligrosos”.
-Censurar todos los medios de comunicación.
-Realizar toda clase de actos aberrantes y delitos de lesa humanidad como torturas en centros clandestinos de detención y muertes ejecutadas por miembros de las fuerzas armadas. También la apropiación sistemática de niños, muchos de los cuales nacieron en los centros clandestinos y fueron inscriptos como hijos de los represores, otros fueron vendidos y muchos abandonados en institutos.
Este sistema del terror, pensado para
eliminar sistemáticamente a parte de la sociedad, fue tan eficaz que
mucha de la población sobreviviente, aterrada, se acostumbró a cerrar
los ojos e ignorar y negar todo, algunos aún hasta el día de hoy.
Gracias por la informacion! :)
ResponderEliminarMuy bueno.. Muy contudente, y critico!
ResponderEliminarno soy Peronista, pero me gustó mucho tu espacio, gracias por el informe del 24 de marzo, NUNCA JAMAS, de lo vivido en esos años, cariños layoly..com
ResponderEliminares realmente muy precisa esta peque;a informacion muy bien explicado super entendible!!!!!
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